A esta última reunión del Club de Lectura, celebrada el pasado miércoles, asistimos 15 personas, entre alumnos, profesores y padres. A causa de la proximidad de los exámenes finales, así como de la extensión de la novela (382 páginas), algunos alumnos no habían acabado su lectura.
Antes de iniciar el debate, respondimos a una encuesta sobre el funcionamiento del Club de Lectura, durante el curso 2009/10, donde se nos pedía que valoráramos su funcionamiento de 1 a 10; enunciáramos los aspectos positivos y negativos; indicáramos los libros que más nos habían gustado y los que menos; propusiéramos lecturas para la próxima reunión; etc.
Ya centrados en “Cometas en el cielo”, todos coincidimos en que se trata de una novela que se lee con suma facilidad, tanto por el lenguaje sencillo, en el que está escrita, como porque el autor, Khaled Hosseini, ha sabido mantener el interés de los lectores, mediante variados procedimientos: el enigma del principio sobre lo que le sucedió al protagonista en el invierno de 1975; el uso de la elipsis, como, por ejemplo, en el intento de suicidio de Sohrab, que no es contado sino sugerido; el final abierto, a partir de la sonrisa que esboza este personaje; etc.
En este sentido, se comentó el hecho de que esta novela se haya convertido en un best seller, con más de 6 millones de ejemplares vendidos en 30 idiomas, con las virtudes y los defectos de este tipo de literatura.
Entre las primeras, se destacó la información que contiene sobre un país, Afganistán, y una cultura, la islámica, poco conocida para nosotros. Igualmente, se consideró un acierto de Hosseini su habilidad para crear la intriga y mantener, así, la atención de los lectores.
Entre los segundos, se criticó la acumulación de situaciones dramáticas, en ocasiones, de un modo bastante artificial. Por ejemplo, la deslealtad de Amir hacia Hassan, que alcanza su culmen con la falsa acusación de robo, parece un tanto desmesurada; y el intento de suicidio de Sohrab resulta, igualmente, excesivo. Quizá la explicación pueda estar, como reconoce el narrador protagonista, en esa tendencia a la exageración propia de los afganos. También comentamos la falta de ambición formal de la novela, aunque esto obedece, en último extremo, a la intención de su autor de llegar a una mayoría de lectores.
El contraste entre la sociedad islámica y la occidental desencadenó un interesante debate en torno a la importancia de la religión en la primera y el laicismo de la segunda. Así, por ejemplo, trasladando esta cuestión a la actualidad, las posturas de los asistentes sobre la prohibición del burka, en algunos municipios catalanes, fueron encontradas: unos defendían la libertad de la mujer para vestir como quiera; y otros, en cambio, entendían el uso de esta vestimenta como una discriminación y sometimiento al hombre.
Finalmente, en cuanto a los personajes, se comentó: la bondad y el sentido de la amistad de Hassan, que en algunos momentos llega a la sumisión; el comportamiento desleal de Amir, que, en parte, se explica por su obsesión de ganarse el cariño de Baba; el carácter sociable y la valentía de éste último; la sensibilidad y el equilibrio de Rahim Kan; la presencia irrelevante de personajes femeninos, que puede interpretarse como un reflejo de la discriminación que sufre la mujer en los países islámicos; etc.
Próxima lectura: “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez. Debatiremos sobre ella el 30 de septiembre, jueves, a las 18 horas, en la biblioteca.
Sin duda, las vacaciones de verano, que se avecinan, constituyen un tiempo ideal para adentrarse en la historia de la familia Buendía y el mundo de magia y fantasía que la envuelve. Esta novela la podéis encontrar en edición de bolsillo, a un precio bastante económico, en cualquier librería del barrio. Merece la pena tenerla en casa, porque es una de las obras más importantes de la literatura universal. Seguro que no os defraudará.