Cada reunión del Club de Lectura es diferente. La de ayer, jueves, giró en torno a conceptos de Filosofía y, sobre todo, de Matemáticas, porque en “Los crímenes de Oxford” se establece una comparación entre estas dos disciplinas y la criminología. En concreto, dos matemáticos, maestro y discípulo, llevan a cabo un proceso de investigación de un crimen, a partir de una serie de conjeturas y reflexiones.
Este discurrir intelectual es lo que más les había interesado de la novela a algunos de los asistentes; en cambio, a otros les pareció que el ensamblaje de éste en la historia, que se cuenta, no está del todo conseguido.
«Los crímenes de Oxford» gustó especialmente a los alumnos, porque la incertidumbre sobre el culpable del crimen les había enganchado desde el principio y porque el lenguaje sencillo, en el que está escrita, no había dificultado su lectura.
Entre los profesores, las opiniones eran divergentes, aunque todos coincidimos en la endeblez de los personajes, que apenas evolucionan, a lo largo de la novela. Para Cristina, el más atractivo de ellos es Frank Kalman, continuador de los trabajos de Wittgestein, que se da un tiro en la cabeza con la esperanza de poder demostrar la conexión entre el tipo de símbolos que escribe una persona en estado de coma y la actividad que desarrolló durante su vida; pero lo único que anota este investigador, que no se casó, es el nombre de una mujer.
Paradójicamente -y a diferencia de lo que sucede con El Quijote- nos gustaron más las historias secundarias que la principal. En este sentido, recordamos la historia del doctor Howard Green, que aparentemente había planeado matar a su mujer, sin dejar huella, buscando el crimen perfecto; pero acabó muriendo a manos de ésta. También, evocamos “Siete pisos”, cuento del escritor italiano Dino Buzzati, que se desarrolla en un hospital, similar al Radcliffe de la novela, y que tiene la peculiaridad de que a medida que descendemos de la última planta a la primera nos encontramos con enfermos más graves.
Igualmente, alabamos el sorprendente desenlace: cómo se aclara el enigma en torno al cadáver del angstum, de tal modo que Seldom actúa con Beth y el padre de Caitlin con ésta, igual que la hembra de esta especie animal hace para salvar a su cría.
La próxima lectura decidimos que fuera «Cometas en el cielo» de Khaled Hosseini. Próximamente, indicaremos el día y la hora de esta última reunión del Club de Lectura.