Última sesión del trimestre

La última sesión del trimestre del club de lectura, tendrá lugar el día 23 de diciembre, a las 9:15 h., en la biblioteca. Hablaremos sobre dos cuentos de Oscar Wilde: «El fantasma de Canterville» y «El gigante egoísta».  Se trata de dos lecturas aptas para todo tipo de lector, incluidos los alumnos de 1º de ESO, a los que animamos a asistir a la sesión.

Todavía podéis conseguir una fotocopia de los dos cuentos en Vicedirección.

BAÑO DE MULTITUDES

La del pasado martes fue una sesión propicia para explicar, al principio de la misma, cómo funciona el club de lectura, lo que habitualmente se da por sabido. La razón fue que contamos con la presencia de un amplísimo número de alumnos de 1º de ESO, que habían trabajado “El Principito” en la clase de Francés, con Susana, y en la de Lengua Española, con Paco.

A continuación, María contó la vida de Antoine de Saint-Exupéry, lo cual nos permitió establecer algunos paralelismos entre éste y el narrador-protagonista. Suele suceder que los autores ponen mucho de sí mismos en los personajes que crean. En el caso de “El Principito”, nos llamó la atención el hecho de que fuera publicada en 1943, justo un año antes de la muerte  de Saint-Exupéry, en un accidente de aviación, como le sucede al protagonista de la novela.

En el turno de opiniones, le dimos la palabra, en primer lugar, para romper el hielo, a los alumnos que habían venido al club en otras ocasiones y, después, a los de 1º de ESO, que participaron activamente. La obra, en general, les había gustado, aunque por diferentes razones: por su lenguaje, aparentemente, sencillo; por el componente imaginativo del argumento; por la profundidad de su contenido; etc. Una de las alumnas, María, abundando en esto último, comentó que la había leído de pequeña, pero que, en esta segunda lectura, había descubierto a un principito desconocido y lleno de sabiduría.

La verdad es que la novela de Saint-Exupéry es más un tratado filosófico que una novela, porque apenas tiene acción y, en cambio, está llena de frases para pensar. Por eso, cuando se planteó si iba dirigida a niños o a adultos, nos inclinamos más por esta segunda opción. El propio autor, en su dedicatoria, queda esta cuestión deliberadamente ambigua, cuando dice: “A León Perth, cuando era niño”. Se refiere a que dedica su libro a todas las personas mayores, que guardan un niño dentro.

En cuanto a los personajes, nos centramos especialmente en la relación existente entre el aviador y el principito, pues cada uno le proporciona al otro lo que necesita: el primero le muestra al segundo la vida adulta, caracterizada por el materialismo, y éste le hace recordar y comprender a aquel el mundo de la infancia, lleno de sentimientos e imaginación:

“Las personas mayores aman las cifras. Cuando les habláis de un nuevo amigo, no os interrogan jamás sobre lo esencial. Jamás os dicen: “¿Cómo es el timbre de su voz? ¿Cuáles son los juegos que prefiere? ¿Colecciona mariposas?” En cambio, os preguntan: “¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?” Sólo entonces creen conocerle.

Lo que surge entre ambos es una verdadera amistad. Cuando ya se ha marchado el principito, el aviador cuenta su historia para no olvidarlo y también, con este mismo fin, se compra una caja de colores y lápices, para pintarlo una y otra vez.

Esta relación tan estrecha y complementaria nos recordó a otras grandes parejas de la literatura universal, como don Quijote y Sancho.

Los personajes que conoce el principito consideramos que, en conjunto, representan una muestra de los caracteres humanos. Varios de los asistentes señalaron al zorro como el más interesante, porque nos habla también de la amistad, que es uno de los grandes mensajes de la obra; de los lazos que unen a las personas; de cómo vamos descubriendo poco a poco lo más importante de los demás, en un proceso que él denomina “domesticar” y que culmina cuando las personas nos necesitamos las unas a las otras:

“Sólo se conocen las cosas que se domestican –dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero como no existen mercaderes amigos –qué gran verdad en los tiempos que corren- los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo, ¡domestícame!”

También nos detuvimos en el Hombre de Negocios, que representa el afán de poseer las cosa materiales; en el Rey, que defiende un poder basado en la razón; en el Vanidoso, que representa la necesidad de ser admirado, tan extendida hoy día; en el Explorador, que olvida que la verdadera sabiduría se adquiere estando en contacto con la gente y la naturaleza; en el Guardagujas, que representa la vida condicionada por los horarios, sin disfrutar de las pequeñas cosas; en la serpiente, que significa la muerte como un hecho inevitable, que hay que afrontar con serenidad; etc.

Y con la serpiente llegamos al final del libro y de la sesión, pero el recuerdo del principito quedará con nosotros. Además, quién sabe, si algún día pasamos por el desierto donde apareció y miramos con atención el paisaje, exactamente debajo de la estrella, quizá llegue hacia nosotros un niño, con cabellos de oro; si no responde cuando se le interroga, adivinaremos que es él.

Nuestras más sinceras felicitaciones a los alumnos, particularmente a los que se quedaron hasta el final de la reunión (Óscar, Elena, Emilio, Margarita, Yoana, Antonio…). La verdad es que necesitábamos savia nueva y vosotros nos la habéis proporcionado.

De cara a la próxima reunión, sabiendo que vais a asistir, comenzaremos a ser felices, antes de la misma, y, cuanto más avance el tiempo y más nos aproximemos a esta, más felices nos sentiremos. Será una reunión diferente de las demás, como la que celebramos el pasado martes.

EL PRINCIPITO

 

GUIÓN PARA EL DEBATE

(MARTES, 29 DE NOVIEMBRE, A LAS 18 H.)

1. Introducción al autor.

2. Opinión breve sobre el libro. Si nos ha gustado o no y por qué.

3. Género literario: ¿es una novela o un cuento? ¿A qué tipo de lector se dirige?

4. Espacio: ¿En qué lugares se desarrolla? ¿Por qué se trata de lugares áridos?

5. Tiempo: ¿Cómo avanza el tiempo? ¿Cronológicamente?

6. Significado del título: “El Principito”.

7. Punto de vista narrativo: ¿Quién es el narrador?

8. Estructura interna y externa: ¿coinciden?

 9. Personajes. Rasgos que los caracterizan:

a) Personajes principales: El Principito El Aviador

b) Personajes secundarios: El Rey El Vanidoso El Bebedor El Hombre De Negocios El Farolero El Geógrafo El mercader y el guardagujas

c) Personajes ambientales: la Flor, el Zorro, la Serpiente.

10. Temas: la vida adulta frente a la infancia, la amistad entre el narrador y el principito, el proceso de aprendizaje de lo que es la infancia, los diferentes roles sociales…

11. Valores simbólicos: el pozo, los Baobabs, la flor, las espinas, el principito, el rey, el vanidoso, el bebedor, el hombre de negocios,el farolero, el geógrafo y el explorador, la serpiente, la flor, el jardín de rosas, el zorro, el guardagujas y el mercader de píldoras, el pozo, la sed, beber el agua en el pozo, los hombres serios.

12. Frases para pensar:

«Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.» (Capítulo I); «Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer.» (Capítulo II); «Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos.» (Capítulo III);  «Pero nosotros, que comprendemos la vida, nos burlamos de los números.» (Capítulo IV);  «A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: «¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?» Pero en cambio preguntan: «¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?» Solamente con estos detalles creen conocerle.» (Capítulo IV); «Es una cuestión de disciplina, – me decía más tarde el Principito -. Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta.» (Capítulo V); «Conozco un planeta en el que vive un señor muy colorado. Nunca ha olido una flor. Nunca ha contemplado una estrella. Nunca ha amado a nadie. Nunca ha hecho otra cosa que sumas. Se pasa el día diciendo, como tú: «¡Soy un hombre serio! ¡Soy un hombre serio!», lo que le hace hincharse de orgullo. Pero eso no es un hombre, ¡es un hongo!.» «Es tan misterioso el país de las lágrimas…» (Capítulo VII); «No se debe nunca escuchar a las flores. Sólo se las debe contemplar y oler. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no era capaz de alegrarme de ello.» (Capítulo VIII); «Si yo ordenara -decía frecuentemente-, si yo ordenara a un general que se transformara en ave marina y el general no me obedeciese, la culpa no sería del general, sino mía». (Capítulo X); «Se debe pedir a cada cual, lo que está a su alcance realizar.» (Capítulo X); «Bebo para olvidar que soy un borracho.» (XII); «He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.» (Capítulo XXI); «Es verdaderamente útil porque es linda.» (Capítulo XXI); «Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Para mi, tú serás único en el mundo. Para ti, yo seré único en el mundo…» (Capítulo XXI);  «Lo hermoso del desierto es que en cualquier parte esconde un pozo.» «No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.»(Capítulo XXI); «Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio.»

13. Estilo.

14. Propuesta de lectura para diciembre.

PRÓXIMA LECTURA

Pues, contra todas las previsiones, se nos ha cruzado «El Principito» de Saint-Exupéry. La razón: que el DACE tiene programada, en el instituto, la representación de una adaptación teatral de esta novela, que, además, van a leer los alumnos de 1º de ESO. Así que   el  próximo 22 de noviembre, martes, a las 18 horas,  hablaremos de «El Principito». En breve, esperamos subir al blog un guión de la misma. Disponemos de 1o ejemplares en Vicedirección.

BODAS DE PLATA EN EL CLUB DE LECTURA

Sí, con la del martes pasado, son veinticinco las reuniones del Club de Lectura, que llevamos celebradas, desde que comenzamos, hace cuatro años, con “El niño con el pijama de rayas”. Para esta significativa efemérides, elegimos a un autor, Franz Kafka, y una obra, “La metamorfosis”, diferentes.

Enrique, al principio de la reunión, se preguntó por qué, cien años después de su publicación, nos habíamos reunido para hablar de ella. También, los alumnos y alumnas de 4º de ESO Y 1º de Bachillerato, que asistieron a la reunión, fueron críticos con esta novela, pues a la mayoría no les había gustado. Cristina se situó en una posición intermedia: al inicio inquietante de “La metamorfosis”, hasta el momento en que el protagonista logra abrir la puerta de su habitación, le pondría un diez; pero a la continuación, particularmente, al desenlace, le pondría un uno, porque no concede ninguna esperanza al lector. A los demás asistentes, con más o menos matices, la novela no sólo nos había gustado, sino que nos parecía una obra maestra de la literatura universal, porque Kafka, mediante un lenguaje sencillo y sin apenas artificios retóricos, había logrado expresar las miserias humanas, la alienación del hombre del siglo XX, que se esfuerza en el trabajo, sin que éste le reporte otra cosa que una insuficiente gratificación económica, con unos jefes que ejercen de amos, por la desconfianza permanente hacia sus empleados y por el trato humillante que les dan.

Los que opinábamos de esta manera ya habíamos leído la novela, en nuestro años mozos: unos, como una obra de terror, que nos impidió dormir a gusto la noche en la que nos adentramos en ella; otros, como una obra que se presta a múltiples interpretaciones (personal, familiar, social, etc.).

Nos resultó difícil seguir el guión, que previamente habíamos publicado en el blog, porque en el turno de opiniones breves sobre la novela, se abordaron y se exprimieron los temas que esta plantea; no obstante, hablamos del espacio en que se desarrolla la historia; de la importancia que tienen las puertas, en especial, la que separa la habitación de Gregorio del resto de la casa, que, por un lado, lo protege del mundo exterior; pero, por otro, impide su comunicación con éste. También, del tiempo breve que transcurre, desde la transformación, hasta la muerte del protagonista, y de cómo, al principio de la novela, los días están nublados y lluviosos, y, al final, cuando la familia consigue liberarse de Gregorio, se tornan abiertos y despejados.

Nos pareció acertado el título “La metamorfosis”, que libera al protagonista de la opresión del mundo exterior; pero, al mismo tiempo, lo somete a la presión moral y física de la familia.

Paco Jurado comentó que, aunque se trata de una obra dramática, tiene innegables rasgos de humor, sobre todo, en las primeras páginas, cuando el narrador omnisciente ironiza sobre las expectativas de Gregorio para recuperar su forma humana.

En cuanto a la estructura, elogiamos el principio de la novela, por la inquietud que genera en el lector y por las posibilidades de interpretación que abre, y comprendimos, así mismo, con alguna excepción, el final triste, sin esperanza para el protagonista y para el hombre del siglo XX que representa.

A los alumnos y alumnas les llamaron la atención las contradicciones aparentes de algunos personajes, como los familiares de Gregorio, particularmente la hermana, que evoluciona, desde la preocupación y el afecto hacia éste, hasta la indiferencia y el deseo de que desaparezca. La explicación radica en que, al principio, le están agradecidos, porque es el que mantiene económicamente a la familia; pero, al final, son ellos los que se ven obligados a trabajar y Gregorio se ha convertido en un estorbo, en una carga para la familia. En este sentido, comentamos la discriminación que sufre, también, por ser diferente, similar a la que padecían, hasta hace relativamente pocos años, en España, los deficientes mentales, que o bien eran escondidos en sus casas, o bien se les internaba en un manicomio.

Coincidimos en que los personajes secundarios aparecen caricaturizados por lo que representan: el jefe y el señor principal, el poder inaccesible y desconfiado hacia los trabajadores; los tres huéspedes, el mundo exterior que discrimina al diferente; y la señora de la limpieza representa a la única testigo de lo que sucedió en la casa y de la que hay que prescindir, para borrar de la memoria un recuerdo tan amargo.

De los temas  que se plantean en la novela, hablamos de los siguientes:

  • La destrucción de la familia burguesa, representada por la familia de Gregorio, cuyas relaciones no se basan tanto en el afecto como en las aportaciones económicas de cada uno de sus miembros.
  • La alienación del hombre, expresada a través de la metamorfosis de Gregorio, que obliga al resto de la familia a entrar en el sistema de producción y a realizar trabajos agotadores, que acaban erosionando las relaciones entre ellos.
  • En cuanto a los sentimientos: el del culpa acompaña al protagonista, desde el momento de su transformación, porque no puede satisfacer las necesidades materiales de su familia; el de marginación aparece, cuando lo encierran en su habitación y no le dejan salir; el de desarraigo, en el momento en que empiezan a vaciar su cuarto, quitándole cuanto él amaba; el de hostilidad mutua, tanto de Gregorio hacia la familia, como de esta hacia aquel; y sobre todo la incomunicación, que a algunos de los asistentes a la reunión nos pareció poco creíble, porque no comprendíamos que ninguno de sus familiares -ni su hermana Grete, ni su padre, ni su madre- se esforzaran en hacerle llegar algún mensaje.
  • Y el juego entre fantasía y realidad, que se da, a lo largo de la novela, pues el hecho fantástico de la metamorfosis acaba convirtiéndose en algo normal y aceptado por todos, y en cambio la realidad, representada por los familiares del protagonista, por el señor principal y por los tres huéspedes, nos parece cada vez más extraña.

Al final de reunión, hubo varias propuestas de lectura:

  • “La tesis de Nancy” de Ramón J. Sender, novela donde contrastan la mentalidad abierta de la protagonista con las costumbres castizas españolas, que propuso Enrique Casado.
  • “Maus”, un libro de cómic sobre el nazismo, propuesto por Luis Serrano.
  • “El “Diario de Ana Franz”, que cuenta la historia una niña, durante los dos años que tuvo que ocultarse de los nazis. Lo propuso Tania Chica.

Gustó más la primera de las propuestas; pero, en los próximos días, lo confirmaremos.

En cualquier caso, la reunión será el 22 de noviembre, martes, a las 18 horas, en la biblioteca, como siempre.

LA METAMORFOSIS

GUIÓN PARA EL DEBATE

(25 de octubre, martes, a las 18 horas, en la biblioteca)

  1. Introducción al autor.
  2. Opinión breve sobre la novela. Si nos ha gustado o no y por qué. Puntúa la novela, entre 0 y 10, y justifica esta puntuación.
  3. Contexto histórico: ¿en qué época se desarrolla la acción? Piensa en el año en que se publicó.
  4. Género literario: ¿es una novela realista o simbólica?
  5. Espacio: ¿Cómo nos imaginamos la casa? ¿Qué importancia tienen las puertas?
  6. Tiempo: ¿cuánto tiempo transcurre desde el momento de la metamorfosis?
  7. Significado del título:  ¿Cómo podemos interpretar la metamorfosis? ¿En clave personal? ¿En clave social?
  8. Punto de vista narrativo. ¿Es único o múltiple?
  9. Estructura interna. ¿Qué tres partes diferenciarías? ¿Te parece acertado el desenlace? ¿Habías imaginado otro distinto?

10. Intriga: mecanismos para generarla.

11. Personajes. Rasgos que los caracterizan:

  • Gregor
  • Grete
  • El padre
  • La madre

Son los personajes más importantes: ¿evolucionan, a lo largo de la novela?

  • El jefe (in absentia) y el gerente.
  • Los tres huéspedes
  • La señora de la limpieza

Estos son personajes secundarios, pero desempeñan un papel relevante por lo que representan en relación al protagonista y su familia. ¿Qué crees que representan cada uno de ellos?

12. Temas para el debate

  • La destrucción de la familia burguesa:

–       La relación entre el protagonista y los restantes miembros de su familia: ¿ se basan en el afecto?

–       ¿Qué representa la basura que se acumula en la habitación de Gregor?

  • La alienación del mundo laboral:

–       ¿Qué siente el protagonista hacia su trabajo?

–        ¿Cómo se sienten los demás personajes, cuando se ven obligados a trabajar?

–       ¿Ascender en una empresa, como el jefe y el gerente, supone ser mejor persona?

  • Los sentimientos:

–         El sentimiento de culpa: ¿hacia quién se ciente culpable Gregor?

–         La incomunicación: ¿cómo se manifiesta?

–         El desarraigo: ¿cuándo se experimenta este sentimiento en el protagonista?

–         La marginación por ser diferente: ¿en qué medida se da esta?

–         Hostilidad: de Gregor hacia su familia y de esta hacia aquel: ¿Cuándo cambian los sentimientos mutuos?

  • La fantasía y la realidad: a lo largo de la novela, la fantasía se convierte en normal y la realidad parece extraña. ¿En qué momentos sucede esto?

13. Estilo.

14. Propuesta de lectura para noviembre.

EL HIJO DE NOÉ

Nunca, en el club de lectura, una obra ha sido tan criticada y, al mismo tiempo, ha dado tanto que hablar, como “El hijo de Noé”. Desde el principio de la reunión de ayer, a la que asistimos trece personas, quedó claro que la novela de Eric-Emmanuel Schmich había gustado más por su contenido, por la variedad de temas que trata, que por la forma en que está escrita. No sólo es el asunto principal del nazismo y el exterminio judío, por el que todos estábamos interesados, en especial, las alumnas de 4º de ESO, que estuvieron en la reunión, sino la gran variedad de temas secundarios que lleva aparejados este periodo de la historia: la vida en la clandestinidad, las detenciones injustificadas, la separaciones familiares, los lazos de amistad que se entablan, la solidaridad, las diferencias entre las religiones, etc.

 En “El hijo de Noé”, efectivamente, aparecen estos temas, pero –como señaló Lourdes- se pasa de puntillas por casi todos ellos.

 Nos detuvimos en cómo trataba Schmitt la cuestión religiosa, las diferencias entre judaísmo y cristianismo. Para ello, leímos algunas frases que dieron lugar a un animado intercambio de opiniones:

  • “Mira, Joseph, a ti te gustaría saber cuál de las dos religiones es la verdadera. ¡Pues no lo es ninguna de las dos! Una religión no es ni verdadera ni falsa: propone simplemente una manera de vivir”. (Pág. 81).
  • “Dos y dos son cuatro, ése será el único objeto de tu respeto. Pero, aparte de eso, vas a enfrentarte a elementos inciertos: los sentimientos, las normas, los valores, las opciones…” (81).
  • “La religión judía insiste en el respeto, la cristiana en el amor”. (106).

Sobre esta última frase, a todos nos pareció más razonable respetar al enemigo que amarle, sobre todo en el caso de un enemigo como Hitler, que es el que se plantea en la novela.

 En el tiempo que dedicamos a analizar a los personajes, resaltamos lo poco convincentes que resultaban algunos de ellos, comenzando por el narrador-protagonista. No entendíamos que un niño de siete años entablara amistad y compartiera el secreto de la cripta con un hombre mayor, como el padre Pons, o que tomara bajo su protección a un joven que le doblaba en edad: Rudy.

 Sobre el padre Pons, Enrique contó que representaba a un tipo de religioso comprometido y solidario, que tuvo su origen, precisamente, en Bélgica, coincidiendo con la celebración del Concilio Vaticano II.

 Nos pareció especialmente conseguido el personaje de la señorita Marselle, por su valentía y solidaridad, por la mezcla de carácter áspero e integridad de comportamiento.

E inevitablemente se establecieron paralelismos entre “El hijo de Noé” y “El señor Ibrahim y las flores del Corán”, escrita también por Eric-Emmanuel Schmitt y que comentamos en la anterior reunión del club de lectura. Por ejemplo, la relación de amistad adulto-niño, que se repite en ambas novelas, apenas admite comparación, pues la existente entre Momo y el señor Ibrahim se caracteriza por una hondura y complicidad, a la que difícilmente llega la que mantienen Joseph y el Padre Pons, a pesar de que el contexto dramático, en el que se desarrolla esta última, podía haberlo favorecido.

 También tienen en común las dos novelas el desenlace abrupto y precipitado, como si la autor se le hubiera acabado la inspiración o no quisiera superar un determinado número de páginas. Porque, en el fondo, “El hijo de Noé” se aproxima bastante a lo que se ha dado en llamar literatura juvenil, que se suele ajustar a una serie de requisitos –entre los que se encuentran: la extensión breve, el lenguaje sencillo, los personajes jóvenes, los temas de actualidad, la intriga permanente, etc.-, para llegar a lectores poco iniciados en el mundo de los libros.

 Al final de la reunión, decidimos, a propuesta de Lola, que la próxima lectura iba a ser “La metamorfosis” de Frank Kafka, una novela breve, que apenas llega a las cien páginas, pero que ha ejercido una extraordinaria influencia en la literatura del siglo XX.

Para estimular la imaginación de los presentes, Carmen, en medio de un silencio sepulcral, nos leyó, con la voz tomada, pero llena de emoción, el inició inquietante de la novela:

 “Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana, después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto…”

 Nos vemos el martes, 25 de octubre, a las 18 horas, en la biblioteca.

CLUB DE LECTURA: 1ª SESIÓN DEL CURSO 2011-12

  

GUIÓN PARA EL DEBATE

(29 de septiembre, jueves, a las 18 horas, en la biblioteca)

 1.      Introducción al autor.

2.      Opinión breve sobre la novela. 

  • Si nos ha gustado o no y por qué. Puntúa la novela entre 0 y 10 y justifica esta puntuación. 

3.      Contexto histórico. 

4.      Espacio. 

5.      Tiempo. 

6.      Significado del título: “El hijo de Noé””.  

7.      Punto de vista narrativo.  

8.      Estructura. 

9.      Intriga: mecanismos para generarla. 

10. Personajes. Rasgos que los caracterizan: 

  • Joseph
  • El padre Pons
  • La madre
  • La condesa
  • La señorita Marcelle
  • Rudy

11. Temas para el debate 

  • La sociedad: el nazismo: efectos (líneas10-12); la clandestinidad en Villa Amarilla; la represión (110); las detenciones injustificadas; la liberación (120); el descubrimiento del exterminio (125). La guerra palestino-israelí: ¿es comprensible la actitud de los judíos, después de haber padecido ellos el exterminio nazi?(146). El yiddish: la importancia de la lengua materna. (135).
  • La familia: el lugar de los hijos en la familia; el paso de la niñez a la adolescencia. (138); la importancia del contacto y los afectos: actitud de Joseph hacia sus padres, después de la guerra.
  • Los sentimientos: la amistad: Joseph-Rudy; Joseph-Pons; etc. La solidaridad.El miedo de los judíos. La crueldad de los nazis. 
  • La religión:el cristianismo y el judaísmo: diferencias y semejanzas. (104). El ateísmo: ¿qué personaje lo representa? (54). Los cuatro dioses (56). Profesar una religión por respeto a los padres (140). El judaísmo: la persecución nazi. (46). 

12.  Frases para la reflexión: 

  • Te enseñaré todo lo que sé, Joseph. E incluso lo que no sé. (24).
  • Acusar en lugar de justificarse. Atacar cuando uno sospecha de ti. Morder en vez de intentar defenderte. (30).
  • Soy una calamidad universal, un error, una catástrofe, la mala suerte andante. (50).
  • ¡De camino para el lavado de cerebro! (…) ¡Déles su dosis de opio! Usted cree consolarlos, pero esas drogas son puro veneno. ¿Sobre todo la religión! (54).
  • Mira, Joseph, a ti te gustaría saber cuál de las dos religiones es la verdadera. ¡Pues no lo es ninguna de las dos! Una religión no es ni verdadera ni falsa: propone simplemente una manera de vivir. (81).
  • Dos y dos son cuatro, ése será el único objeto de tu respeto. Pero, aparte de eso, vas a enfrentarte a elementos inciertos: los sentimientos, las normas, los valores, las opciones… (81).
  • La religión judía insiste en el respeto, la cristiana en el amor. (106).
  • El mejor medio para llegar a la paz es a menudo la guerra. (147).
  • Cuanto más odio acumules entre los dos bandos, menos posible será la paz. (148)

13. Estilo. 

14. Propuesta de lectura para octubre.

LA REUNIÓN MÁS CONCURRIDA

No está nada mal. La reunión más concurrida para cerrar el curso. Entre 35 y 40 personas hablamos el pasado jueves, en el aula de audiovisuales, durante casi dos horas, sobre “El señor Ibrahim y las flores del Corán”. Está claro que, si queremos lograr la participación del alumnado en el Club de Lectura, se tienen que dar dos requisitos: uno, que el libro tenga el suficiente atractivo y, dos, que el profesorado se implique en la captación del mismo.

Ambos requisitos se cumplieron: la novela de Eric-Emmanuel Schmitt había gustado a la inmensa mayoría de los asistentes; y las profesoras, en este caso, María, Carmen y Lola, habían animado a sus alumnos para asistir a la reunión.

En el turno de opiniones, se insistió en que se trata de un libro de lectura rápida. Algunos vieron esto como un defecto, porque el autor va tan al grano de la cuestión, que apenas se detiene en detalles, como la descripción de los personajes, tan necesaria en la narrativa; otros, en cambio, lo consideraron un acierto, porque todo lo que se cuenta es importante y nos llega directamente al corazón. En medio, la original posición de Carmen, para quien “El señor Ibrahim y las flores del Corán” no es una novela sino un tratado filosófico, donde todo se concentra y, después de la lectura, crece en ti; la novela está por hacer. Prueba de ello son algunas frases, que encierran toda una filosofía de la vida y que dieron pie a la reflexión y al debate:

  • La lentitud ése es el secreto de la felicidad”
  • La belleza está en todas partes: Allí donde pongas los ojos.”
  • Cuando quieras saber si estás en un lugar de ricos o de pobres, observa las papeleras. Si no ves ni basura ni papeleras, es que son muy ricos. Sin ves papeleras, pero no basuras, son ricos. Si ves basura al lado de las papeleras, no son ni ricos ni pobres: es un sitio turístico. Si ves basura, pero no papeleras, son pobres. Y si la gente vive entre las basuras, es que son muy, muy pobres.”

Esta última frase hizo que nos preguntáramos qué lugar es el barrio de Fátima. Llegamos a la conclusión de que no es ni rico ni pobre.

Valoramos muy positivamente: el punto de vista de narrador protagonista, porque le da frescura y verosimilitud a la historia, que sería completamente diferente de haber estado narrada en tercera persona; y también la estructura “in media res” (la novela comienza cuando el protagonista tiene trece años), que a Carlos le recordó al Lazarillo, y que obliga al autor a utilizar la analepsis (salto atrás), para que conozcamos los hechos anteriores, como cuando el señor Ibrahim le recuerda a Momo la niñez de su padre, durante el nazismo, o cuando la madre le explica por qué le abandonó.

Al hablar de los personajes surgieron interrogantes:

  • ¿Cómo es posible que la madre abandonara a Momo?
  • ¿Existió realmente Popol o es una invención del padre?
  • ¿Cómo se explica que un hombre bueno, como el señor Ibrahim, enseñe a Momo a sablear a su padre?
  • ¿Por qué se suicidó éste, arrojándose a un tren?
  • ¿Qué explicación tiene la muerte en accidente de coche del señor Ibrahim, que precipita el final de la novela?

A todas las preguntas fuimos respondiendo, con más o menos dificultad y con más o menos matices: la madre lo abandona, porque el marido le exigió quedarse con Momo, para que le dejara iniciar una nueva relación; Popol es una invención del padre, una especie de hijo perfecto, que utiliza como modelo para Momo o más bien para desacreditar todo lo que hace éste; la conducta del señor Ibrahim es irreprochable desde el punto de vista del narrador; el suicidio del padre es la crónica de una muerte anunciada, porque, como dice el señor Ibrahim, después de haber perdido a su familia a manos de los nazis, “quizá se sentía culpable de seguir con vida” (…) “Sus padres se subieron a un tren que los llevó a la muerte. Él tal vez llevaba toda la vida buscando su tren.”

En cambio, la respuesta a la última de las preguntas permaneció en el misterio, durante buen parte de la reunión, aunque, al final, como en otras ocasiones, surgió la luz, en forma de explicación a esta pieza del puzle, que no acababa de encajar. Una alumna, Beatriz, fue la encargada de iluminarnos: el señor ibrahim se dirige a la Región de la Media Luna Dorada, para reencontrarse con su mujer, ya fallecida, y la única forma de hacerlo es morir también. ¿Se trata quizá de un suicidio? Puede ser, en cualquier caso, su muerte es premeditada, porque había dejado hecho su testamento, antes de marcharse.

Acabada la reunión, aún seguimos hablando de la novela, porque teníamos la conciencia de que muchas cosas se nos habían quedado en el tintero, como las tekkes, monasterios donde los monjes bailan, girando sobre sí mismos, hasta perder toda referencia terrenal. El señor Ibrahim llevó a Momo a practicar este baile y sus sensaciones fueron increíbles:

He sentido cómo mi odio se vaciaba. Si los tambores no se hubieran parado, creo que podría haber llegado superar lo de mi madre. Esto de rezar ha sido la leche…”

Nos fuimos a tomar café y no cesamos de hablar sobre este compendio de sabiduría que es “El señor Ibrahim y las flores del Corán” y sobre el éxito de participación de esta última sesión del Club de Lectura.

El próximo libro sobre el que debatiremos, en el mes de septiembre: “El hijo de Noé”, escrito también por Eric-Emmanuel Smichtt. A partir del martes, 28 de junio, disponemos de ejemplares en el centro. (Vicedirección)