Sí, con la del martes pasado, son veinticinco las reuniones del Club de Lectura, que llevamos celebradas, desde que comenzamos, hace cuatro años, con “El niño con el pijama de rayas”. Para esta significativa efemérides, elegimos a un autor, Franz Kafka, y una obra, “La metamorfosis”, diferentes.
Enrique, al principio de la reunión, se preguntó por qué, cien años después de su publicación, nos habíamos reunido para hablar de ella. También, los alumnos y alumnas de 4º de ESO Y 1º de Bachillerato, que asistieron a la reunión, fueron críticos con esta novela, pues a la mayoría no les había gustado. Cristina se situó en una posición intermedia: al inicio inquietante de “La metamorfosis”, hasta el momento en que el protagonista logra abrir la puerta de su habitación, le pondría un diez; pero a la continuación, particularmente, al desenlace, le pondría un uno, porque no concede ninguna esperanza al lector. A los demás asistentes, con más o menos matices, la novela no sólo nos había gustado, sino que nos parecía una obra maestra de la literatura universal, porque Kafka, mediante un lenguaje sencillo y sin apenas artificios retóricos, había logrado expresar las miserias humanas, la alienación del hombre del siglo XX, que se esfuerza en el trabajo, sin que éste le reporte otra cosa que una insuficiente gratificación económica, con unos jefes que ejercen de amos, por la desconfianza permanente hacia sus empleados y por el trato humillante que les dan.
Los que opinábamos de esta manera ya habíamos leído la novela, en nuestro años mozos: unos, como una obra de terror, que nos impidió dormir a gusto la noche en la que nos adentramos en ella; otros, como una obra que se presta a múltiples interpretaciones (personal, familiar, social, etc.).
Nos resultó difícil seguir el guión, que previamente habíamos publicado en el blog, porque en el turno de opiniones breves sobre la novela, se abordaron y se exprimieron los temas que esta plantea; no obstante, hablamos del espacio en que se desarrolla la historia; de la importancia que tienen las puertas, en especial, la que separa la habitación de Gregorio del resto de la casa, que, por un lado, lo protege del mundo exterior; pero, por otro, impide su comunicación con éste. También, del tiempo breve que transcurre, desde la transformación, hasta la muerte del protagonista, y de cómo, al principio de la novela, los días están nublados y lluviosos, y, al final, cuando la familia consigue liberarse de Gregorio, se tornan abiertos y despejados.
Nos pareció acertado el título “La metamorfosis”, que libera al protagonista de la opresión del mundo exterior; pero, al mismo tiempo, lo somete a la presión moral y física de la familia.
Paco Jurado comentó que, aunque se trata de una obra dramática, tiene innegables rasgos de humor, sobre todo, en las primeras páginas, cuando el narrador omnisciente ironiza sobre las expectativas de Gregorio para recuperar su forma humana.
En cuanto a la estructura, elogiamos el principio de la novela, por la inquietud que genera en el lector y por las posibilidades de interpretación que abre, y comprendimos, así mismo, con alguna excepción, el final triste, sin esperanza para el protagonista y para el hombre del siglo XX que representa.
A los alumnos y alumnas les llamaron la atención las contradicciones aparentes de algunos personajes, como los familiares de Gregorio, particularmente la hermana, que evoluciona, desde la preocupación y el afecto hacia éste, hasta la indiferencia y el deseo de que desaparezca. La explicación radica en que, al principio, le están agradecidos, porque es el que mantiene económicamente a la familia; pero, al final, son ellos los que se ven obligados a trabajar y Gregorio se ha convertido en un estorbo, en una carga para la familia. En este sentido, comentamos la discriminación que sufre, también, por ser diferente, similar a la que padecían, hasta hace relativamente pocos años, en España, los deficientes mentales, que o bien eran escondidos en sus casas, o bien se les internaba en un manicomio.
Coincidimos en que los personajes secundarios aparecen caricaturizados por lo que representan: el jefe y el señor principal, el poder inaccesible y desconfiado hacia los trabajadores; los tres huéspedes, el mundo exterior que discrimina al diferente; y la señora de la limpieza representa a la única testigo de lo que sucedió en la casa y de la que hay que prescindir, para borrar de la memoria un recuerdo tan amargo.
De los temas que se plantean en la novela, hablamos de los siguientes:
- La destrucción de la familia burguesa, representada por la familia de Gregorio, cuyas relaciones no se basan tanto en el afecto como en las aportaciones económicas de cada uno de sus miembros.
- La alienación del hombre, expresada a través de la metamorfosis de Gregorio, que obliga al resto de la familia a entrar en el sistema de producción y a realizar trabajos agotadores, que acaban erosionando las relaciones entre ellos.
- En cuanto a los sentimientos: el del culpa acompaña al protagonista, desde el momento de su transformación, porque no puede satisfacer las necesidades materiales de su familia; el de marginación aparece, cuando lo encierran en su habitación y no le dejan salir; el de desarraigo, en el momento en que empiezan a vaciar su cuarto, quitándole cuanto él amaba; el de hostilidad mutua, tanto de Gregorio hacia la familia, como de esta hacia aquel; y sobre todo la incomunicación, que a algunos de los asistentes a la reunión nos pareció poco creíble, porque no comprendíamos que ninguno de sus familiares -ni su hermana Grete, ni su padre, ni su madre- se esforzaran en hacerle llegar algún mensaje.
- Y el juego entre fantasía y realidad, que se da, a lo largo de la novela, pues el hecho fantástico de la metamorfosis acaba convirtiéndose en algo normal y aceptado por todos, y en cambio la realidad, representada por los familiares del protagonista, por el señor principal y por los tres huéspedes, nos parece cada vez más extraña.
Al final de reunión, hubo varias propuestas de lectura:
- “La tesis de Nancy” de Ramón J. Sender, novela donde contrastan la mentalidad abierta de la protagonista con las costumbres castizas españolas, que propuso Enrique Casado.
- “Maus”, un libro de cómic sobre el nazismo, propuesto por Luis Serrano.
- “El “Diario de Ana Franz”, que cuenta la historia una niña, durante los dos años que tuvo que ocultarse de los nazis. Lo propuso Tania Chica.
Gustó más la primera de las propuestas; pero, en los próximos días, lo confirmaremos.
En cualquier caso, la reunión será el 22 de noviembre, martes, a las 18 horas, en la biblioteca, como siempre.