Guión sobre El valle de los lobos

GUIÓN PARA LA SESIÓN EL CLUB DE LECTURA DEL IES GRAN CAPITÁN
(Martes, 18 de noviembre, a las 18 horas, en la Biblioteca)

1. Presentación de la autora.
2. Opinión breve sobre la lectura.
3. Género al que pertenece El valle de los lobos: ¿se puede considerar una novela juvenil?, ¿qué rasgos nos lo indican?
4. Título: ¿es acertado?, ¿le habrías puesto otro?
5. Punto de vista: ¿a quién corresponde la voz que narra los hechos?, ¿qué ventajas le ves?
6. Estructura:

• Externa: ¿cómo se estructura formalmente?,
• Interna: ¿se ajusta la novela al esquema clásico de introducción, nudo y desenlace?
• Otros aspectos estructurales: ¿Cómo valoras la resolución del conflicto?, ¿te parece creíble la intervención de Maritta?, ¿es un final abierto?, ¿por qué?

7. Espacio: ¿en qué país se desarrolla la historia?, ¿es real?
8. Tiempo:

• Externo o histórico: se desarrolla la historia en una época histórico concreta?
• Interno: ¿cuánto dura?, ¿Se altera el tiempo cronológico con saltos hacia delante o hacia atrás?

9. Intriga: ¿cómo la genera Laura Gallego?
10. Temas:

• Poderes sobrenaturales: la magia, los seres inmateriales, la reencarnación, la licantropía, los animales mitológicos, etc. ¿Qué opinión tenemos acerca de este mundo?, ¿nos parece pura fantasía o hay algún viso de realidad?
• El sentimiento del amor: ¿cómo es el amor entre Kai y Dana?
• El aprendizaje: relaciones discípulo-maestro.
• La ambición desmedida y el poder sobrenatural: ¿quién lo representa?
• La venganza: ¿qué personajes quieren llevarla a cabo?
• El maltrato infantil: ¿tiene algún tipo de justificación?
• Vivir en sociedad: ¿todos tenemos que encontrar nuestro lugar en el mundo o por el contrario podemos vivir ajenos a la sociedad, como le sucede, en cierto modo, a Dana?
• El esfuerzo y el trabajo: ¿quién lo representa en la novela?, ¿es importante en la vida diaria?
• Religiones naturalistas: rendir culto a la madre tierra.

11. Personajes: ¿en qué dos bloques se dividen?, ¿se puede considerar maniquea esta separación?, ¿qué rasgos les caracterizan?, ¿cómo evolucionan?, ¿se les puede considerar personajes planos o redondos?

• Dana
• Kai
• El Maestro
• Fenris
• Maritta
• Aonia

12. Estilo: ¿en qué estilo está escrita la novela?, ¿qué formas de expresión predominan?, ¿la narración, la descripción o el diálogo?, ¿por qué?
13. Frases para la reflexión y el debate: ¿qué frases han llamado tu atención?
14. Próxima lectura.

Belleza en la basura

Con esta frase resumió Carmen su impresión sobre Una palabra tuya, novela de la que hablamos ayer, martes, en el club de lectura del instituto. Y tenía razón, porque, bajo la forma aparentemente descuidada en la que está escrita, bajo el lenguaje, en ocasiones soez, descubrimos a personajes que sufren, en una sociedad caracterizada por el culto a la imagen y el individualismo. Personajes que, como ella también afirmó, se pueden considerar antihéroes, en la mejor tradición de la literatura española, que se inicia con el Lazarillo, continúa con el Quijote, y culmina con Los santos inocentes.

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Sin embargo, no a todos los asistentes a la sesión les había gustado por igual la novela de Elvira Lindo: a Miguel la primera parte le había producido rechazo, justamente por el registro idiomático coloquial, que utiliza la autora, salpicado de expresiones malsonantes. En este sentido, Víctor, que la había propuesto, manifestó sus dudas sobre la idoneidad de la lectura para los alumnos. Tampoco Lola y María se habían sentido especialmente atraídas por el inicio, que consideran demasiado trivial.

En cambio, a Puri y Mª Carmen el libro les había interesado desde las primeras líneas, desde que la narradora protagonista nos revela su insatisfacción con su nombre, Rosario, y con su aspecto físico: la nariz grande, los ojos tristes y la boca demasiado fina. Ana llamó la atención sobre la influencia de la educación, particularmente la de la madre, en el carácter amargado de este personaje. Y Pepa, que se sumó a las opiniones favorables, estableció un curioso paralelismo entre la autora de Una palabra tuya y su marido, el también escritor, Antonio Muñoz Molina: ambos abordan temas profundos y trascendentes en sus obras, pero la primera lo hace con un lenguaje desenfadado y, aparentemente, sencillo, mientras que el segundo utiliza un estilo más literario y elaborado. Son como la cara y la cruz de la misma moneda, como el haz y el envés de la misma hoja.

Hubo unanimidad en que, a partir del momento en que conocemos la delicada situación anímica, tanto de Rosario como de Milagros, se inicia un proceso sutil, en el que guiados por la memoria caprichosa de la primera, vamos descubriendo las razones del pesimismo existencial de ambas. La voz de la narradora, que corresponde a Rosario, se dirige, en la primera parte de la novela, al psiquiatra que la está tratando, tras la muerte de su madre, por eso quizá abundan las expresiones malsonantes y las referencias explícitas al sexo; y después, en la segunda parte, a sus amigos Milagros y Morsa, pero este cambio de destinatario tenemos que descubrirlo, a partir de cabos sueltos que va dejando Elvira Lindo, lo cual es un valor literario añadido.

Nos detuvimos especialmente en el análisis de los personajes. Miguel insistió en los aspectos negativos del carácter de Rosario, en su arrogancia que le había conducido a la inadaptación y la amargura. Pero profundizando en las causas de esta visión negativa de la existencia, llegamos a la conclusión de que tienen su origen en la educación recibida: “Mi madre solía decirme, hija mía, es que tú tiendes a ver siempre la vida por el lado más desagradable. Y si tu madre te machaca con esa idea de ti misma desde pequeña, te lo crees, porque cuando eres niño te crees todo lo que diga tu madre, aunque vaya en contra de tu autoestima, aunque te deje para siempre hundida en el barro.”

Coincidimos en esto, aunque la propia Rosario, líneas más adelante, nos revela que se esforzó en convencerse de que el problema no era suyo, “sino del mundo, que no está bien repartido. Ni el dinero ni la belleza.”

También Milagros está condicionada por un episodio dramático: el suicidio de su madre, cuando tan solo tenía ocho años. Este hecho explica su retraso mental, la simulación de la regla y sobre todo la necesidad permanente de cariño, que la lleva a convertirse en una especie de “perro fiel” de Rosario.

Morsa, compañero de trabajo y amante ocasional de ésta, aparece como un personaje simple y chistoso, que se cree inferior a los demás. Valoramos en especial la percepción que de él tiene Rosario: pasó de verlo como alguien pesado e irritante, a una persona con la que compartir su vida: “Le vi allí, de espaldas, con las manos en los bolsillos, de pronto me pareció un hombre al que podría llegar a querer o al que a lo mejor ya estaba queriendo. Pensé que hay cualidades en las personas que no apreciamos hasta que no las vemos actuar sin que ellas sean conscientes de nuestra mirada.”

Comentamos el extraño sentido del humor de Rosario, la narradora, sobre todo cuando lo utiliza en situaciones tristes: “le doy las gracias porque haya decidido descansar en paz de una puñetera vez y dejar de andorrear por los pasillos y dejarme vivir”. Con estas palabras se dirige a su madre, ya fallecida, al visitar su tumba el día de todos los santos.

En cuanto a los temas que aparecen en la novela, destacó Puri el realismo con el que trata la vejez, el problema del deterioro físico y cognitivo, ocasionado por el paso del tiempo, que reconocemos en la madre de Rosario; cómo ésta se entrega en cuerpo y alma a su cuidado, a diferencia de su hermana Palmira, quien, con la excusa de la familia, apenas la visita.

También se comentó el tema del suicidio, y nos preguntamos ¿por qué se quita la vida Milagros? Nuestra respuesta fue que el único motivo para vivir era el niño encontrado en el contenedor, que ocupó el lugar de su madre y que desgraciadamente acabó muriendo.

Y las relaciones filiales, en concreto las existentes entre Palmira y Rosario, que en opinión de ésta se componían de cariño y rencor: “son ese tipo de rencores que se suelen tener los hermanos entre sí, algo que yo he observado que sucede en todas las familias y que no está reñido con el cariño. (…) El problema es que el porcentaje de rencor sea tan alto que ya del cariño ni te acuerdes, que es lo que me pasó a mí en los últimos tiempos.”

Finalmente, nos planteó Víctor si reconocíamos una mirada femenina en la forma de contar la historia, particularmente, en el tratamiento de algunos personajes, como Sanchís, que aparece ridiculizado en su relación adultera con una compañera de trabajo. Comentamos que de ésta también se burla la narradora, porque ambos personajes está captados desde arriba, lo que se llama en fotografía: ángulo picado. No obstante, es probable que un hombre hubiera descrito la situación de otra forma.

Para muchos de los asistentes ha constituido una grata sorpresa leer este libro de Elvira Lindo, a la que conocíamos solamente por su trabajo como periodista y por sus novelas juveniles sobre Manolito Gafotas. Habrá que seguirle la pista,

La próxima lectura, sugerida por Sara: El valle de los lobos de Laura Gallego. Hablaremos de esta novela juvenil el 18 de noviembre, a las seis de la tarde, como siempre, en la biblioteca. Esperamos contar con la asistencia de todos los alumnos y alumnas, incluida Sara, que la han leído. Nos consta que son muchos. Así que, ánimo.

Una palabra tuya

GUIÓN PARA EL DEBATE EN EL CLUB DE LECTURA

(Martes, 28 de octubre, a las 18 horas, en la biblioteca del IES Gran Capitán)

1. Presentación de la autora: Elvira Lindo.
2. Opinión breve sobre la novela.
3. Título: Una palabra tuya: ¿a qué hace referencia?, ¿qué otro título le habrías puesto?
4. Punto de vista narrativo: ¿quién narra los hechos? ¿nos parece acertado?, ¿qué ventajas y qué inconvenientes tiene? ¿existe algún destinatario?
5. Estructura:

• Externa
• Interna

6. Espacio: ¿ejerce algún tipo de influencia sobre los personajes o sobre lo que se cuenta?
7. Tiempo interno: ¿avanza cronológicamente?
8. Intriga: ¿cómo consigue Elvira Lindo despertar el interés del lector a lo largo de la novela?
9. Temas:

• La familia: ¿de qué manera influyen los padres en la educación de los hijos?, ¿cómo son las relaciones entre Rosario y Palmira?, ¿están compuestas de cariño y rencor, como dice la primera?
• Los sentimientos: ¿quiénes experimentan soledad y compasión en esta novela?
• La vejez: ¿cómo se manifiesta física y psíquicamente?, ¿quién debe asumir el cuidado de las personas mayores?
• La resignación: ¿Se valora de distinta forma esta capacidad, según la tengan los demás o nosotros mismos?, ¿quién la muestra en la novela?
• La mentira: ¿por qué diferentes razones mienten Milagros y Rosario?, ¿hay mentiras piadosas o siempre se debe decir la verdad?
• La muerte: ¿por qué motivos se puede desear la muerte de alguien?, ¿muere el alma con el cuerpo?, ¿existe la reencarnación?, ¿hay vida después de la muerte?
• La opinión ajena: ¿a qué personajes les afecta?, ¿es importante lo que piensan los demás de nosotros?
• El suicidio: ¿por qué se quita la vida Milagros?, ¿comprendemos el suicidio?
• Los nombres de las personas: ¿por qué no se identifica Rosario con su nombre?, ¿nos sentimos condicionados por nuestro nombre?
• Los objetos: ¿cambia su valor con el paso del tiempo o cuando los vemos en un entorno diferente?

10. Personajes: ¿qué tienen en común?, ¿se pueden considerar antihéroes?

• Rosario
• Milagros
• La madre de Rosario
• Palmira
• Morsa

11. Estilo:

• Registro idiomático
• Sentido del humor

12. Frases para la reflexión:

• Siempre es más llevadero limpiar la porquería en abstracto, la porquería anónima de Lacalle, que la mierda que producen seres concretos a los que a veces tienes una manía espantosa y que te están explotando miserablemente. (57)
• La inteligencia a veces es un veneno para la felicidad. (82)
• Las personas necesitamos que alguien nos quiera y la falta de cariño físico nos puede empujar a la experiencia homosexual en un momento determinado de nuestra vida. (139)
• Por mucho que quisiera ser simplemente Lorenzo, el padre Lorenzo era un cura acusador, como tantos otros. (208)
• La gente, en un 99,9 por ciento, no te pide que le des el consejo que honradamente tú estás dispuesto a dar sino el que ellos están esperando. (322)
• Todos somos muy perspicaces a la hora de predecir el pasado, pero en el presente la mitad de las cosas pasan delante de nuestros ojos sin que nos demos cuenta de su verdadero sentido. (332-333)
• La juventud es esa edad en que la filosofía vital consiste en que los demás (el prójimo) son unos gilipollas y la desgracia ajena es eso, ajena. (342)
• Parece que a cada persona le atribuimos un paisaje, ése donde nosotros la hemos conocido. (399)
• Hay cualidades en las personas que no apreciamos hasta que no las vemos actuar sin que ellas sean conscientes de nuestra mirada. (432)
13. Próxima lectura.

Sobre la lectura

Hasta ahora habíamos hablado en el club de los libros leídos con antelación; pero el martes pasado conversamos sobre el mismo concepto de lectura, sobre el hábito de leer, sobre los cambios que se producen en la persona que la practica. Todo ello, porque el libro que habíamos seleccionado, antes del verano, Una lectora nada común, plantea estas cuestiones.

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María, en la presentación del autor, Alan Bennett, comentó: que es un dramaturgo, actor, novelista y guionista británico, ganador de un Premio Tony por su obra The history boys; que estudió Ruso en la Joint Services School for Linguist, e Historia en el Exeter College de la Universidad de Cambridge; y que trabajó como actor cómico en teatro y posteriormente en la BBC, con gran éxito de público. Entre sus obras, citó: Habeas corpus (1973), Forty years on (1969), Kafka’s Dick (1986), y The madness of George III (1991), algunas de las cuales han sido llevadas al cine.

Las opiniones sobre el libro fueron, en general, elogiosas, aunque con matices. Se valoró positivamente por los temas que aborda, fundamentalmente, la doble reflexión sobre el poder político y sobre la lectura; y también, porque está escrito con sencillez y te atrapa desde el principio, con la protagonista descubriendo el placer de leer. No obstante, Miguel y Carmen Sánchez consideraron que la historia se viene poco a poco abajo, sobre todo a partir de que Norman es obligado a dejar la Corte.

Sara confesó que se había reconocido en la reina, por cómo le seduce progresivamente el hábito de leer y cómo, en un momento dado, siente también la necesidad de escribir. Pepa, a quien el libro le había encantado, recordó, a propósito del cambio que experimenta este personaje, la exposición que celebramos en el centro: «Las mujeres que leen son peligrosas».

En cuanto al género literario en el que lo incluiríamos, Lola opinó –y todos compartimos sus palabras- que le parecía más un cuento que una novela, por la forma poco creíble con la que la reina se inicia en el mundo de los libros, por el maniqueísmo de los personajes y por el final feliz.

A la pregunta de ¿por qué leemos?, respondió Mari Carmen que por una gran variedad de razones: por placer, para informarnos, por necesidad, etc. María abundó en lo mismo leyendo un artículo de Elvira Lindo, donde se concreta aún más la respuesta: “Leer sin ganas. Leer por aburrimiento. Leer para no hacer ruido. Leer para dejar que tu padre duerma la siesta. Leer porque no te dejan poner la tele. Leer porque ya nadie quiere contarte un cuento. Leer porque te han castigado sin salir. Leer porque estás en la cama con fiebre. Leer porque estás solo. Leer porque imitas a tus hermanos mayores. Leer porque lo hace tu madre. Leer libros para niños…”

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Ana contó que era lectora, porque en su casa, desde pequeña, tanto su padre como su madre practicaban la lectura. Carmen, por su parte, apuntó que en la vida de todo lector siempre hay alguien que le inicia, le estimula y/o le aconseja.

Recordamos los derechos imprescriptibles del lector, del escritor francés, Daniel Pennac: el derecho a no leer, el derecho a saltarse páginas, el derecho a no terminar un libro, el derecho a releer, el derecho a leer cualquier cosa, etc.

Este último suscitó un interesante debate entre defensores y detractores del mismo. Víctor recordó que en más de una ocasión le ha oído decir a Mariano Rajoy, actual Presidente del Gobierno, que lee habitualmente el Marca. Carmen Sánchez comentó el rechazo que les produjo a sus compañeros y a ella misma una obra de Alejandro Casona, La dama del alba, que les habían puesto como lectura obligatoria y, por el contrario, el interés que suscitó en todos ellos la obra de Enrique Jardiel Poncela, Maribel y la extraña familia.

Esto nos llevó a cuestionar el canon de lecturas obligatorias que tradicionalmente se viene estableciendo en las clases de Lengua Española; y a proponer libros que seduzcan al alumnado, aunque se trate de literatura por encargo (narrativa juvenil), que se hace pesando en un destinatario concreto, pues lo importante es despertar el hábito de lectura. La clave, concluimos, es seleccionar autores que tengan un mínimo de calidad literaria.

Lola se preguntó en alto sobre las razones que impulsan a la reina a dar el paso de la lectura a la escritura. La respuesta está en Marcel Proust, y su obra En busca del tiempo perdido, que había leído con detenimiento y delectación. Ella pretende, al igual que el escritor francés, redimirse a través de una reflexión crítica sobre su vida. Así se lo explica a sus asesores: “Hay mucho sobre lo que reflexionar. He visto a este país ir a guerra más veces de las que quiero recordar (…) He conocido y recibido la visita de muchos jefes de estado, algunos de ellos granujas y canallas redomados (…) He dado la mano en un guante blanco a manos que estaban manchadas en sangre, y conversado educadamente con hombres que han asesinado personalmente a niños.”

Sara contó que fue la lectura de las novelas de Laura Gallego, de la que se declaró admiradora, la que le incitó a escribir.

Sobre el escaso hábito de lectura de la clase dirigente, al que se refiere el autor, coincidimos en que no se puede generalizar y que, en cualquier caso, los políticos se pasan el día leyendo documentos relacionados con su gestión.

Al analizar los personajes, también estuvimos de acuerdo en que se pueden dividir en dos bloques: el de los lectores, como la reina y Norman; y el de personajes desinteresados por la lectura, como Sir Kevin y el primer ministro. En este sentido, se puede considerar maniquea la división y, por tanto, poco creíble, aunque contribuye a reforzar la idea de que Una lectora nada común pertenece al género literario del cuento.

En cuanto a la estructura, comentamos el inicio del relato, con la escena en la que la reina pregunta al presidente francés por el escritor Jean Genet y éste demuestra una ignorancia supina acerca del mismo, y lo valoramos positivamente, porque logra atrapar a los lectores. Igualmente, nos pareció muy eficaz, narrativamente hablando, la elipsis final, que nos da a entender la abdicación de la reina.

Finalmente, reflexionamos sobre algunas frases:

  • “Su trabajo consistía en mostrar interés, pero en interesarse”
  • “Desde luego –dijo la reina- aleccionar no es leer?”
  • “Creo que leo porque tenemos el deber de descubrir cómo es la gente”
  • “Di la verdad, pero dila sesgada. El éxito reside en el rodeo”

Esta última se interpretó de dos formas: en el sentido de que la literatura debe trascender la propia vida, los sucesos que se han vivido, al estilo de Marcel Proust; y con el significado de que el escritor debe sugerir más que decir.

Se propusieron varias obras para la próxima sesión del club de lectura:

  • Una palabra tuya de Elvira Lindo, sugerida por Víctor.
  • Salomé de Óscar Wilde, recomendada por María.
  • El valle de los lobos de Laura Gallego, por iniciativa de Sara.
  • Y Bodas en Tipasa de Albert Camus, señalada por Miguel.

Nos decidimos por Una palabra tuya de Elvira Lindo, sobre la que hablaremos el martes, 28 de octubre, a las 18 horas, como siempre, en la biblioteca.

1ª sesión del club de lectura (2014-15)

GUIÓN PARA LA SESIÓN EL CLUB DE LECTURA DEL IES GRAN CAPITÁN

(Martes, 30 de septiembre, a las 18 horas, en la Biblioteca)

  1. Presentación del autor.
  2. Opinión breve sobre la novela.
  3. Título: ¿es acertado?, ¿le habrías puesto otro?
  4. Punto de vista: ¿a quién corresponde la voz que narra los hechos?, ¿qué ventajas e inconvenientes le ves?, ¿a qué tipo de receptor se dirige?
  5. Estructura:
  • Externa
  • Interna
  • ¿Cómo valoras el principio y el final de la novela?
  1. Espacio: ¿en qué país se desarrolla la historia?, ¿por qué?
  2. Intriga: ¿qué mecanismos utiliza Alan Bennett para generarla?
  1. Temas:
  • Los libros y la lectura: ¿por qué leemos?, ¿qué cambios ocasiona la lectura?, ¿un libro lleva a otro libro?, ¿se someten los libros?, ¿se puede considerar a la literatura como una república?, ¿hay obras que empezamos rechazando y, con el paso del tiempo acabamos leyendo?
  • El mundo del libro y el lugar donde lo leemos: ¿coinciden o pueden coincidir?
  • La cultura de los políticos: ¿qué saben?, ¿están suficientemente formados, para desempeñar sus cargos?
  • La monarquía: ¿por qué se caracteriza?, ¿hay margen para la espontaneidad y la improvisación?, ¿se parecen la monarquía británica y la española?, ¿qué monarcas ilustrados ha habito, a lo largo de la historia?
  • Los eufemismos: ¿quién aconseja su uso en la novela?, ¿por qué?
  • El destino: ¿por qué al pueblo no se le debe permitir que es imposible controlar el mundo?, ¿creemos en el destino?, ¿dependemos de él?
  • Los recortes en la biblioteca: ¿tienen actualidad?, ¿qué tipo de política gubernamental demuestran?
  1. Personajes: ¿en qué dos bloques se dividen?, ¿no es un tanto maniquea la separación que estable Alan Bennett?
  • La reina: ¿cómo evoluciona?, ¿desempeña mejor su cargo de reina, una vez que se aficiona a la lectura?
  • Norman: ¿qué función desempeña en la novela?, ¿entendemos su predilección por autores homosexuales?
  • Sir Kevin: ¿por qué critica la afición a leer de la reina?

10. Intencionalidad: ¿con qué doble finalidad está escrita la novela?

11. Estilo: ¿qué tipo de lenguaje utiliza Alan Bennett?, ¿cómo se manifiesta el sentido del humor?

12. Frases para la reflexión y el debate:

  • “Su trabajo consistía en mostrar interés, pero en interesarse” (10)
  • “Desde luego –dijo la reina- aleccionar no es leer? (34)
  • “Creo que leo porque tenemos el deber de descubrir cómo es la gente” (47)
  • “Un libro es un artefacto para encender la imaginación” (55)
  • “Era un lectora rápida y directa; no quería regodearse en nada” (117)
  • “Las novelas no se escriben en línea recta” (121)
  • “El no puedo elevar mi corazón hasta mis labios de Cordelia es un sentimiento que estoy dispuesta suscribir” (132)
  • “Leer era, entre otras cosas, un músculo que ella, al parecer, había desarrollado” (162)
  • “Leer ablanda, mientras que escribir hace lo contrario. Para escribir hay que ser duro” (171)
  • “Di la verdad, pero dila sesgada. El éxito reside en el rodeo” (193)

13. Próxima lectura.

 

Una novela imprescindible

Hubo coincidencia ayer, entre los asistentes al Club de Lectura, en que nos encontrábamos ante un clásico, similar a La metamorfosis de Franz Kafka o El túnel de Ernesto Sábato. En efecto, La muerte en Venecia de Thomas Mann, como las dos novelas citadas, a pesar de su brevedad, posee la complejidad de las grandes obras de la historia de la literatura. También estuvimos de acuerdo en que, al principio, donde priman el equilibrio y la racionalidad, cuesta engancharse a la lectura, pero que, poco a poco, a medida que aumenta la pasión de Gustavo Aschenbach hacia el joven Tadrio, se incrementa igualmente el interés por la misma.

Club lectura junio

En la presentación del autor, se destacó: la diferente herencia cultural que recibió, por un lado, de su padre alemán, metódico y racional, y por otro, de su madre, mestiza de portugués e hindú, y especialmente apasionada; el traslado, un año antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial, a Estados Unidos, donde dio conferencias de orientación antifascista; la concesión del Premio Nobel de Literatura en 1929; y la vuelta a Europa en 1952, decepcionado por la situación de EEUU, a raíz de la muerte del presidente Roosevelt.

De su extensa producción literaria mencionamos tres obras: Los Buddenbrook, que narra la decadencia de una familia durante el siglo XIX; La montaña mágica, donde Thomas Mann, a partir de su protagonista, Hans Castorp, internado siete años en un sanatorio, traza un cuadro minuciosos de la sociedad europea anterior a la Primera Guerra Mundial; y Doctor Faustus, considera su obra maestra, y donde cuenta la vida del compositor alemán Adrian Leverkühn, que cae en manos del diablo, reflejando la decadencia de la sociedad burguesa alemana.

Finalmente, en la presentación, nos referimos a que La muerte en Venecia tiene una base real, pues Thomas Mann viajó con su mujer a Venecia, y conoció a un joven adolescente polaco cuya gracia física y espiritualidad llamaron especialmente su atención, hasta el punto que le observaba detenidamente cuando bajaban a la playa, como sucede en la novela. Esta base real explica la intensidad de la obra, ya que sólo habiendo vivido o experimentado una pasión amorosa semejante a la del protagonista se puede escribir con la pausa y la intensidad con que lo hace el escritor alemán.

El título –comentamos- desempeña una función proléptica, pues anuncia la muerte de Aschenbach, que se producirá al final; aunque también hay señales que apuntan a esta, a lo largo de la novela, como: la escena inicial en el Cementerio del Sur; la góndola en la que se monta el protagonista, que es tan negra como un ataúd; la peste que asola la ciudad de Venecia; y el sueño con las fiestas dionisiacas en el que se funden la pasión desbordante y la muerte: “De los sentidos se adueñaban aromas penetrantes, el olor acre de los machos cabríos, los cuerpos sudorosos y jadeantes, una ponzoña como de aguas pútridas, mezclada con otro olor conocido de heridas y peste. Los golpes de los tambores martilleaban sus corazón; su cerebro ardía, sentíase poseído de ciega furia, de deslumbramiento, y con una voluptuosidad ardiente, su alma anhelaba incorporarse a los coros del dios. Se había desnudado y había erguido el símbolo obsceno, de madera, de tamaño gigantesco. Entonces habíase desencadenado desenfrenadamente la orgía.”

Carmen resumió muy bien esta presencia de la muerte diciendo que el protagonista estaba ya muerto antes de empezar la historia.

El punto de vista de narrador omnisciente, que nos va revelando poco a poco los sentimientos de Aschenbach, hace más verosímil la historia. Nos llamó la atención que se refiera en todo momento a éste como «el solitario», lo cual quizá no sea un juicio de valor, pero sí una toma de posición con respecto al personaje, que apenas habla ni piensa, lo hace a través de la voz del narrador, que le introduce en su mundo interior.

La estructura externa de la obra, en cinco capítulos, nos recordó a las tragedias griegas, también divididas en cinco partes, ya que el destino del protagonista, como el de los héroes clásicos, está predestinado desde el principio, desde el propio título, al que nos hemos referido antes.

El espacio en el que se desarrolla la mayor parte de la historia, Venecia, obedece a que es la más exótica, “la más inverosímil de las ciudades”, y porque representa la antítesis de la civilización europea represiva, el lugar idóneo para que Aschenbach viva su pasión amorosa.

El tiempo (19…) –comentó Pepa- es un periodo de crisis, en el que las naciones, después de la segunda revolución industrial, tienden a ampliar sus fronteras. Precisamente estas ansias expansionistas acabarán desencadenando la Primera Guerra Mundial.

En cuanto a los temas, aparte de la muerte que impregna toda la novela, mencionamos la contraposición entre el mundo de la razón, en el que ha vivido Aschenbach, y el de los instintos, en el que desea vivir. Lo apolíneo frente a lo dionisiaco, por decirlo en términos de mitología clásica, mundo de ficción en el que se sitúa el protagonista como una forma de aceptar su pasión voluptuosa hacia Tadrio. En este sentido –consideró Ana- así como hoy día son censurables las relaciones entre un adulto y un niño, en la civilización griega no sólo estaban permitidas sino que eran estimuladas, como ponen de manifiesto los pasajes de los Diálogos de Platón, incluidos en la novela, en los que se sostiene que el camino de la belleza no se puede andar sin que Eros acompañe al poeta y le sirva de guía.

El paso del tiempo –comentó Antonio- se manifiesta , sobre todo, en el protagonista, cuando no acepta su aspecto de hombre adulto y trata de parecer más joven de lo que es, recurriendo a los servicios del peluquero del hotel, que le tiñe el pelo, le disimula las arrugas con cremas y le pinta los ojos. Paradójicamente, hace lo mismo que el viejo del traje amarillo, que le había producido rechazo, por no aceptar el paso inexorable del tiempo.

Víctor y Pepa recordaron la escena en la que Thomas Mann ridiculiza a la burguesía acomodada, a la que pertenecen Aschenbach y la familia polaca. Todos ríen sin motivo, ante las extravagancias del guitarrista, que actúa en el jardín del hotel: “señalaba con el dedo hacia arriba, como indicando que nada había tan cómico como la riente sociedad de la terraza”.

Sobre el protagonista, resaltamos su evolución: primero, se muestra metódico y racional en su trabajo como escritor, reprimiendo sus instintos; pero cambia en Venecia, donde aflora poco a poco su faceta más pasional. En cuanto a Tadrio, todo lo que conocemos de él es a través de Aschenbach, fundamentalmente su físico, la belleza clásica que se reflejaba en la perfección de la cabeza, la proporcionalidad del cuerpo y la elegancia al caminar.

Además, se mencionó que hay cuatro personajes (el excursionista de Munich, el gondolero, el cantante gitano y el peluquero) que tienen algo en común: todos generan inquietud al protagonista, porque ese mundo de los deseos que él se reprimió, de alguna forma, lo representan ellos.

En suma, La muerte en Venecia nos pareció una novela redonda que, como dijo Puri, merece ser releída con la tranquilidad que exige su ritmo lento y, al mismo tiempo, intenso. Una novela que cualquier avezado lector, como el profesor de Literatura de Carmen, incluiría en la lista de libros imprescindibles para adquirir una buena formación literaria.

Nos quedó pendiente, ver la magnífica adaptación cinematográfica que hizo Luchino Visconti de la novela y que los más veteranos recordamos con especial cariño. En fin, en otro momento será.

Próxima lectura, a propuesta de Antonio: Una lectora nada común de Alan Bennett, una novela breve, deliciosa y divertida, que ofrece además una reflexión sobre el acto subvertido de leer. Hablaremos de ella el 30 de septiembre, martes, a las 18 horas, como siempre, en la biblioteca. Que paséis un feliz verano.

La muerte en Venecia

GUIÓN PARA LA SESIÓN DEL CLUB DE LECTURA (martes, 10 de junio, a las 18 horas, en la Biblioteca)

  1. Presentación del autor.
  2. Opinión breve sobre la novela.
  3. El título Muerte en Venecia: ¿nos parece acertado?, ¿cuál es su significado?
  4. Punto de vista: ¿Desde qué ángulo se cuenta la historia?, ¿contribuye a hacerla más creíble?, ¿juzga el narrador al protagonista?
  5. Estructura:

5.1.         Externa: ¿a qué recuerda la estructuración en cinco capítulos de la novela? 5.2.         Interna: ¿se puede hablar de una estructura circular?, ¿podía haber acabado la novela de otra forma?

  1. Espacio: ¿por qué se desarrolla la mayor parte de la historia en Venecia?
  2. Tiempo: ¿en qué tiempo se sitúan los hechos?
  3. Temas:

8.1.         La razón frente a los instintos o lo apolíneo frente a lo dionisiaco: ¿cómo había sublimado sus instintos Aschenbach?, ¿cómo reprime el deseo sexual en Venecia?, ¿qué representa el amor que siente hacia Tadrio? 8.2.         Los mitos clásicos presentes en la novela: ¿qué representa el mundo griego? 8.3.         La muerte: ¿desempeña una función destructora o liberadora en el protagonista?, ¿Se anuncia de alguna forma? 8.4.         El paso del tiempo: ¿cómo se manifiesta? 8.5.         La insatisfacción del artista con la obra: ¿por qué la siente?, ¿cómo había creado Aschenbach? 8.6.         La creación literaria: ¿cómo surge la inspiración? (20), ¿produce satisfacción la fama? (49) 8.7.         La sociedad: ¿a qué clase social pertenece el protagonista y los demás huéspedes del hotel?, ¿qué visión se ofrece de ella? (85)

  1. Personajes:

 

  • Aschenbach: ¿qué rasgos le caracterizan?, ¿cómo evoluciona?
  • Tadrio: ¿qué rasgos le caracterizan?, ¿con qué tipo de belleza se corresponde?
  • ¿Qué tienen en común el excursionista de Munich, el gondolero, el cante gitano y el peluquero?

 

  1. Simbolismo:

 

  • El paisaje tropical.
  • Los tigres.
  • El sueño que tiene el protagonista nada más saber que la peste asola Venecia.
  • La peste.

 

  1. Estilo: ¿qué rasgos caracterizan el estilo de Tomas Mann?
  2. Próxima lectura.

Pensad que esto ha sucedido

Hubo coincidencia ayer, durante la sesión del Club de Lectura, en la enorme  trascendencia de Si este un hombre, libro que Primo Levi dedicó a los campos de exterminio nazis, a raíz de su internamiento en uno de ellos, desde marzo de 1944 a enero de 1945.

En la presentación del autor, María Sanjuán hizo un resumen de su vida:  perteneció a una familia judía del Piamonte italiano; se licenció en Ciencias Química, estudios que al final le facilitaron la supervivencia en Auschwitz; participó en la resistencia antifascista luchando en la guerrilla partisana; detenido y posterior deportado al campo de concentración, donde trabajó como esclavo en una planta industrial; liberado por el ejército rojo, regresó a Turín para trabajar como Químico en una fábrica; y murió en extrañas circunstancias.

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Se inició en la literatura escribiendo Si esto es un hombre, como una liberación interior, como una forma de responder a la necesidad de contar lo que allí había vivido. Entre sus obras figuran igualmente: La tregua, Los hundidos y los salvados, El sistema periódico y Si ahora no, ¿cuándo?

En el turno de opiniones, Yoana y Laura se refirieron a las dificultades que habían tenido en la lectura del libro, sobre todo los pasajes reflexivos. Puri valoró muy positivamente la capacidad de Primo Levi para ser objetivo, a pesar de haber vivido la terrible experiencia de los campos de exterminio; María Madrid aludió a lo acertado del título, que es lo que más le había gustado, pues le había hecho plantearse si se puede considerar un hombre a quien trabaja en el fango, a quien no conoce la paz, a quien lucha por la mitad de un panecillo; Ana comentó que el libro le había gustado en su conjunto, en particular las reflexiones del autor, y también porque, sin contar con detalle las atrocidades que se cometieron en los campos, consigue que nos hagamos una idea de lo que allí sucedió; Carmen abundó en este mismo pensamiento; Victoriano leyó fragmentos de una entrevista con Virgilio Peña, republicano español que también sufrió la represión nazi:

“Tardamos tres días y dos noches –se refiere al viaje en tren hasta el campo-. Pasé todo ese tiempo colgado de dos dedos a una manilla para atar animales; esperando a que el tren corriera. Yo estaba cerca de la puerta y por ahí entraba un poco de aire y cuando entraba aire, sacaba la lengua y lamía los tornillos que se mojaban por la propia transpiración de las personas que estábamos allí.”

Comparamos estas palabras con las de Primo Levi y llegamos a la conclusión de que éste no es tan prolijo en los detalles al contar su experiencia, aunque su relato, si cabe, tiene más fuerza por la capacidad de sugerir lo que en aquellos trenes sucedió.

En cuanto al género literario al que pertenece Si esto es un hombre, se comentó que está más próximo a las memorias que a la autobiografía, por su carácter externo, por su menor carga de intimismo, y porque predomina en él la objetividad, como reconoce el autor cuando afirma que, al escribirlo, lo había hecho más desde el punto de vista del testigo que fue de aquellos hechos que de víctima, aunque esto no le impide preguntarse continuamente sobre los mismos, pues no entiende lo que le está pasando.

Sobre los temas, el que más llamó nuestra atención fue el de la deshumanización, cómo las víctimas acaban convirtiéndose en verdugos de las propias víctimas. Así, lo explica Primo Levi: “ofrézcase a algunos individuos en estado de esclavitud una posición privilegiada, cierta comodidad y una buena probabilidad de sobrevivir, exigiéndoles a cambio la traición a la solidaridad natural con sus compañeros, y seguro que habrá quien acepte.”

Nos planteamos si se puede considerar inmoral este comportamiento o equiparable al de los nazis y nuestra respuesta fue que se explica considerando la situación de extrema necesidad y violencia que padecieron.

También la lucha por la supervivencia y las diferentes estrategias que les permitieron a los prisioneros de los campos salir adelante:

  • Negar su consentimiento para no ser convertidos en animal, para seguir vivo, para no empezar a morir, como el sargento Steinlauf, que mantenía sus costumbres diarias de asearse, aunque fuera con agua sucia; dar betún a los zapatos; andar derecho, sin arrastrar los zuecos; etc.
  • Utilizar el ingenio, para engañar a los verdugos, como hizo Piero Sonnino.
  • Tener o conocer una profesión que les fuera de utilidad a los nazis, como: médico, sastre, zapatero, cocineros, músico, etc.

Estas formas de sobrellevar las dificultades en un medio hostil nos recordaron a algunos de los asistentes al periodo militar, en el periodo franquista, donde de  algún modo también se trataba de anular la capacidad de razonamiento de las personas, a base de gritos y órdenes con frecuencia carentes de lógica.

Y la ausencia del sentimiento de odio en el narrador, pues en ningún momento se advierte un deseo de venganza hacia los alemanes: “Por naturaleza el odio no me viene fácilmente. Lo considero un sentimiento animal y torpe, y prefiero en cambio que mis acciones y mis pensamientos, dentro de lo posible, nazcan de la razón; por ello nunca cultivé en mí mismo el odio como deseo primitivo de revancha, de sufrimiento infligido a mi enemigo real o presunto, de venganza privada”. Además, se pregunta Primo Levi que como es un sentimiento personal y sus torturadores no tenían rostro ni nombre, pues los SS eran invisibles e inaccesibles, en el caso de haberlo experimentado, hacia quién dirigirlo.

Entre los personajes, mencionamos a Null Achtzehn, que es el prisionero que más trabaja de todos y con el que nadie quiere estar; a Alberto, que es el mejor amigo de Primo Levi y el que demuestra una mayor capacidad de adaptación: “Sabe a quién necesita corromper, a quién necesita evitar, de quién se puede compadecer y a quién debe resistir”. También citamos a Elías Lindzin, para el que nada es imposible: “Sabe el oficio de sastre, el de carpintero, el de zapatero, el de barbero; escupe a distancias increíbles; canta, con voz de bajo no desagradable, canciones polacas y yiddish nunca oídas antes; puede ingerir seis, ocho, diez litros de sopa sin vomitar y sin tener diarrea, y realiza el trabajo inmediatamente después”. Y a Charles y Arturo, gracias a los cuales el narrador logra sobrevivir los últimos días de cautiverio, cuando ya los alemanes han abandonado el campo. En ese momento, tiene lugar un acontecimiento, que igualmente recordamos, un gesto humano que se produjo entre los prisioneros que señala el inicio del proceso en el que comienzan lentamente a ser hombres: “Towaroswki (un francopolaco de veintitrés años, con tifus) propuso a los otros enfermos que cada uno de ellos nos diese una rebanada de pan a los tres que trabajábamos, y su proposición fue aceptada”.

Nos preguntamos, finalmente, cómo evitar en un futuro monstruosidades semejantes a la de los campos de exterminio nazis, y con Primo Levi respondimos: “Hay que desconfiar de quien trata de convencernos con argumentos distintos a la razón, es decir, de los jefes carismáticos: hemos de ser cautos en delegar en otros nuestro juicio y nuestra voluntad. Puesto que es difícil distinguir los profetas verdaderos de los falos, es mejor sospechar de todo profeta; es mejor renunciar a la verdad revelada, por mucho que exalten su simplicidad y esplendor, aunque las hallemos cómodas porque se adquieren gratis. Es mejor conformarse con otras verdades más modestas, las que se conquistan con mucho trabajo, poco a poco y sin atajos por el estudio, la discusión y el razonamiento, verdades que pueden ser demostradas y verificadas”.

Próxima lectura: Muerte en Venecia de Tomas Mann, un escritor del que hasta ahora no habíamos leído nada en nuestro club. Hablaremos de esta magnífica novela el martes, 10 de junio, a las 18 horas, en la biblioteca, como siempre. Será la última lectura del curso. Así que animaos.

Posdata: mucha suerte a Lola.

Si esto es un hombre

GUIÓN PARA LA SESIÓN DEL CLUB DE LECTURA

(Martes, 6 de mayo de 2014)

  1. Presentación del autor.
  2. Opinión breve sobre el libro.
  3. Contexto histórico: ¿en qué época se desarrollan los hechos que se cuentan?
  4. Género literario: ¿autobiografía o memorias?, ¿predomina en el libro la subjetividad o la objetividad?
  5. Título: Si esto es un hombre. ¿Cuál es su significado?
  6. Intención: ¿con que doble intención lo escribe Primo Levi, según lo expresa en el prólogo y en el poema inicial?
  7. Estructura: ¿en qué partes se estructura el libro?
  8. Tiempo: ¿cómo es el contraste entre el pasado vivido en los campos y el presente desde el que valora?
  9. Temas:

 

9.1.       El nazismo: ¿cómo se manifiesta?

9.2.       La deshumanización: ¿cómo y por qué se produce la deshumanización de los prisioneros?, ¿se puede considerar inmoral su comportamiento?, ¿Es equiparable al de los nazis?

9.3.       La lucha por la supervivencia: ¿contra que adversidades tienen que luchar los prisioneros?, ¿qué estrategias les permiten salir adelante?

9.4.       La crueldad y la capacidad para el mal: ¿en qué episodios las reconocemos?. ¿qué pretende Primo Levi al contarnos estos episodios?

9.5.        El odio: ¿hay odio y deseo de venganza hacia los alemanes?

 

10.Personajes:

 

10.1.    Anónimos

10.2.    Citados por sus nombres

10.3.    Que adquieren un cierto protagonismo

 

¿Cómo son descritos por el autor?, ¿qué función desempeñan en el relato?, ¿cómo clasifica a los prisioneros?

 

11.Estilo: ¿en qué estilo está escrito?

12.¿Son importantes los libros de memorias, como el de Primo Levi?, ¿qué enseñanza extraemos del escrito por él?

13.¿Sigue existiendo racismo en la sociedad actual?, ¿quiénes son sus víctimas?

14.Próxima lectura.

Como los cantes de ida y vuelta

Habíamos elegido El rostro de la sombra de Alfredo Gómez Cerdá, con el fin de fomentar la participación del alumnado en el Club de Lectura, pero, como dice el refrán, nuestro gozo en un pozo, porque el pasado martes tan sólo asistió  una alumna, Yoana, a la sesión especial que celebramos con motivo de la XXII Feria del  Libro.

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Esta novela encaja dentro de lo que denominamos literatura juvenil por varias razones:

  • Los protagonistas son jóvenes.
  • El lenguaje en que está escrita es sencillo y por tanto accesible a cualquier tipo de lector.
  • La historia que cuenta engancha desde el principio, pues lo que deciden hacer Adrián, Borja y Claudio va atener unas consecuencias dramáticas imprevistas.
  • La intriga se mantiene, a lo largo de la novela, porque los hechos se van desvelando poco a poco: las llamadas de Adrián a Nuria; el accidente de los padres de esta, cuyas circunstancias desconocemos; las sospechas de Reyes; etc.
  • Los temas que plantea son de plena actualidad.
  • Etc.

En la presentación del autor se destacó: su nacimiento en Madrid, en concreto en el barrio de Carabanchel, donde, además, se desarrolla la historia de El rostro de la sombra; sus estudios en el colegio Amorós, con los frailes, donde, según el propio Gómez Cerdá, se disponía de todo lo necesario para una buena educación, excepto una cosa: pegaban a los alumnos con cualquier pretexto, como era habitual en la dictadura franquista; sus inicios literarios, a través del teatro, ejerciendo él mismo como autor de la obra, director y actor principal; sus estudios de Filología Hispánica en turno de tarde, mientras trabajaba por las mañanas; su dedicación exclusiva a la literatura, desde que consiguió el premio “El Barco de Vapor”, con un cuento para niños “Las palabras mágicas”, cuando tenía treinta años; y la publicación de más de ochenta libros, que han sido traducidos a diferentes lenguas.

Sin embargo, lo que más nos interesó de Alfredo Gómez Cerdá es su faceta de autor al que le gusta estar en contacto con sus lectores. En concreto, evocamos la visita que nos hizo en el año 1996, a través del Proyecto “Lectores y autores en las Aulas”, como colofón a la lectura de su novela El beso de una fiera. Lo recordamos como una persona educada y receptiva a las preguntas de los alumnos y alumnas de 3º de ESO, a quienes descubrió los entresijos de la creación literaria.

A partir de estos presupuestos, sobre todo de que El rostro de la sombra es una novela escrita para jóvenes, afrontamos la sesión del Club de Lectura. La conversación se desarrolló, como los cantes de ida y vuelta: de los temas que aparecen en la novela a sus referentes reales y de estos a aquellos. Así, nos preguntamos hasta qué punto es creíble la acción que llevan a cabo los tres protagonistas, teniendo en cuenta que viven desahogadamente y son brillantes alumnos de 1º de Bachillerato. Llegamos a la conclusión de que, en general, la conducta violenta de los jóvenes, aunque quizá sea más frecuente en aquellos que pertenecen a familias desestructuradas y con dificultadas económicas, es un fenómeno que está por encima de esto. Se apuntaron dos causas como posible explicación:

  • El consumo compulsivo de alcohol durante los fines de semana, imitando una costumbre muy arraigada en los países del centro y del norte de Europa, como Alemania, Inglaterra o Suecia. En este sentido, comentó Pepa las diferencias de estos jóvenes con nuestra generación, para quien el consumo moderado de alcohol era un estímulo para conversar y conocerse mejor.
  • Y la confusión del mundo virtual de los videojuegos, donde la violencia se ejerce de forma arbitraria y gratuita, con el mundo real, donde los actos violentos, como sucede en la novela, pueden tener unas consecuencias dramáticas.

No obstante, se insistió en la importancia de la educación, tanto en la familia como en el colegio o el instituto, particularmente en el primero, porque, como dice otro refrán «al arbolito desde pequeñito», para corregir estos comportamientos. Sí, es verdad, como señaló Ana, que la propensión a la violencia es algo impredecible, pues los alumnos, aparentemente más sensatos y equilibrados, son los que a veces la manifiestan. Recordó Carmen el caso de José Bretón, alumno callado e introvertido, en un instituto cercano al nuestro, que con el tiempo se ha convertido en un asesino frío y calculador.

Nos preguntamos si hay límites en la defensa de la familia; si nos parecía ético el comportamiento del padre de Adrián, cuando intenta culpar a los amigos de éste, y si actuaríamos del mismo modo, en el caso de encontrarnos en una situación similar. Nuestra respuesta fue que quizá en un primer momento podríamos pensar en la defensa a ultranza de la familia; pero después, analizándolo en frío, la razón acabaría imponiéndose, entre otras razones, porque no podríamos vivir con los remordimientos.

Sobre los personajes, se comentó que carecen de complejidad, pues responden más o menos a estereotipos. Así, de los tres amigos, Adrián representa al malo, pues es quien trama el atentado, que acaba costando la vida a la madre de su novia; Claudio es el bueno, que desde un principio intenta evitarlo; y Borja se sitúa en un punto intermedio, ya que evoluciona desde su sumisión a Adrián, al que considera un líder, hasta el enfrentamiento con éste y la defensa de sus propias ideas.

Sin embargo, el personaje modélico, y quizá por esto poco creíble, es Reyes, que se comporta con una madurez y un sentido de la justicia, impropios de su edad. En ella está la clave para la resolución del caso, ya que es quien, desde un primer momento, sospecha de su hermano. La forma en que éste la presiona, acusándola de lo que él y sus amigos habían hecho provoca un especial malestar en el lector, como señaló Antonio.

La verdad es que no pensábamos que la sesión dedicada a esta novela juvenil iba a dar tanto juego, entrando y saliendo de ella continuamente.

Echamos de menos a muchas personas: a los padres y las madres, al alumnado, a María Sanjuán y, muy especialmente a Lola.

Próxima lectura: Si esto es un hombre, libro que está leyendo el alumnado de 1º de Bachillerato y en el que Primo Levi cuenta su terrible experiencia en un campo de concentración nazi. Hablaremos de él el martes, 6 de mayo, a las 18 horas. La Biblioteca del centro dispone de ejemplares para quien quiera leerlo en formato impreso.