Don Quijote en nuestro rincón favorito

Todos los asistentes a la sesión de ayer del club de lectura nos sentimos un poco quijotes y no sólo porque creemos en la defensa de causas ajenas en nombre de la justicia, sino también porque experimentamos una especial atracción hacia el personaje de Cervantes. A don Quijote, que salió de su aldea, para “deshacer tuertos y socorrer y acudir a los miserables”, de vivir hoy día, le hubiese resultado difícil –como dijo Juan Goytisolo en la entrega del Premio Cervantes- resignarse “a la existencia de un mundo aquejado de paro, corrupción, precariedad, crecientes desigualdades sociales y exilio profesional de los jóvenes”. Lo probable es que montado sobre Rocinante hubiera acometido lanza en ristre contra los que “proceden al desalojo de los desahuciados y contra los corruptos de la ingeniería financiera”; y hubiera socorrido a los inmigrantes africanos, que cruzan el estrecho, “cuyo único crimen es su instinto de vida y el ansia de libertad”.

Pero antes de llegar a esta conclusión y antes incluso de que comenzara la sesión, hubo una agradable sorpresa para los que formamos partes del club de lectura y, particularmente, para quien esto escribe. Hasta ayer, nos habíamos reunido al fondo de la Biblioteca; pero a partir de ahora lo haremos en un rincón de la misma, acotado por muebles con libros y decorado con los carteles y las fotografías de las más de cincuenta sesiones que se han celebrado. Las artífices de esta asombrosa transformación han sido Lola P. Ebrero y Carmen, a quienes desde aquí les doy las gracias:

“PALABRAS PARA UNA SESIÓN MUY EXTRAORDINARIA

Por fin, celebramos la sesión extraordinaria de nuestro Club de Lectura, aunque en esta ocasión no haya sido durante la Feria del Libro, ni en martes, como es habitual.

Pero éste no es un año más, sino especial, porque no siempre se celebra el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote, nuestra novela más intemporal y universal.

Por este motivo, la sesión de hoy es doblemente EXTRAORDINARIA y METALINGÜÍSTICA:

En primer lugar, por conmemorar, aunque sea con retraso, el Día Internacional del Libro, precisamente con una selección de capítulos de la novela cervantina, en cuyo honor, entre otros autores, la Unesco instituyó esta festividad cultural en 1995, hace ahora veinte años.
En segundo lugar, porque con ella bautizamos a nuestro Club de Lectura. Y si hay un Club de Lectura que naciera con un nombre propio, ese es nuestro CLUB DE LECTURA “MATÍAS REGODÓN”, pues ha sido la persona que más se ha ilusionado con este Club, desde su inicio. Y nos ha transmitido, y sigue transmitiendo, esa ilusión.

Matías, nuestro profesor de Literatura más cervantino, nuestro compañero de Departamento más entrañable, nuestro amigo más lector, merece dar nombre al “saloncito de nuestra Biblioteca”, donde continuaremos hablando de libros, que no es otra cosa que hablar de nosotros y de la vida. Desde ahora, tenemos un “rinconete” más acogedor y menos “cortadillo”.

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Y es que nos rodean imágenes, frases y motivos para continuar leyendo en compañía. Tenías razón, Lola. Es un nombre ajustado a la medida de nuestro Club”.

La sesión propiamente dicha comenzó con la presentación del autor por parte de María:

Cervantes nació en Alcalá de Henares el 29 de septiembre de 1547 y murió el 22 de abril de 1616. El trabajo como cirujano de su padre, que se corresponde con el actual practicante, llevó a la familia a moverse por diferentes ciudades: Córdoba, Sevilla, Toledo, Cuenca, Alcalá de Henares, Guadalajara y Valladolid. Aunque no posee estudios universitarios, sin duda fue un ávido lector. Su viaje a Italia en 1569 le permite imbuirse de estilo y arte de este país. Participó en la batalla de Lepanto, donde pierde la movilidad de la mano izquierda, a causa de un arcabuzazo. Padeció cautiverio en Argel, ciudad en la que estuvo cinco años a la espera del rescate, que se produjo en 1580. Ya en España se casó con Catalina de Salazar, aunque se separa de ella a los dos años. Fue comisario de provisiones para la Armada Invencible, lo que le lleva a recorrer distintas ciudades y pueblos de España, recaudando impuestos destinados a cubrir los ingentes gastos de la guerra. Sufrió prisión acusado injustamente de quedarse con parte de lo recaudado y murió en Madrid a los 68 años.

En resumen, una vida rodeada de estrecheces y miseria, con negocios fracasados y estancias en la cárcel, que seguro modeló su carácter y le sirvió de inspiración para escribir sus libros, particularmente Don Quijote de La Mancha, considerada la primera novela moderna y una de las mejores de la literatura universal.

En el turno de opiniones, algunas de las asistentes recordaron a familiares, que habían tenido una especial relación con esta novela: Lola Cortés contó que para su padre había sido libro de cabecera, durante años; Carmen refirió que la primera lectura que el suyo había hecho en el “Ipad” fue precisamente esta; y María nos reveló que, al leerla, siempre pensaba en su padre, como don Quijote, por su delgadez y carácter idealista, y en un tío suyo, como Sancho Panza, por su físico más contundente y su pragmatismo.

Pepa comentó la actualidad de los temas que se abordan en la novela; una actualidad que no se limita al contenido sino que afecta también a la forma, en especial al ejercicio metalingüístico que hace Cervantes, en la segunda parte, con los personajes hablando de cómo se habían comportado en la primera, publicada diez años antes.

Antonio se preguntó cómo había surgido la idea de escribir el Quijote. Al parecer, Cervantes se pudo inspirar en El entremés de los romances, una pequeña pieza de teatro, escrita en verso, en la que Bartolo, un labrador recién casado, se vuelve loco por la constante lectura de romances y decide salir de su casa para vivir aventuras.

Carmen, que acaba de montar, con su alumnado de 3º de Diversificación, Sancho Panza en la ínsula, obra teatral de Alejandro Casona, basada en algunos capítulos del Quijote, confesó haberse sentido cautivada, durante la preparación del montaje, por la figura de Sancho, un personaje que se comporta, con inteligencia y sensatez, en su trabajo como gobernador.

Sin duda, hizo caso de los consejos que le dio su amo y que podríamos aplicar a nuestros propios hijos: “has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse (…) Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores (…) Y préciate más de ser humilde y virtuoso que pecador o soberbio”.

Entre los temas que se plantean en la novela, comentamos:

• La libertad, que la posee el hombre por naturaleza; por eso, don Quijote libera a los galeotes, aunque sabe que han cometido algún delito.
• La educación de los hijos, que corresponde a los padres, los cuales deben respetar si quieren o no quieren estudiar, así como lo que decidan estudiar.
• La hermosura, que está en el interior de la persona, en su honestidad y en su buen proceder.
• El linaje, la fama y la honra. Hay dos tipos de personas: las que llegan al honor por nacimiento; y las que lo adquieren por sus obras. A este último tipo pertenece don Quijote.
• La elección de marido, que tiene que ser por amor, como Basilio y Quiteria, y no por interés, como el frustrado matrimonio que proyecto el padre de esta con Camacho.
• Y el amor, como sentimiento que caracteriza a don Quijote y la gran motivación para vivir las aventuras.

Su ideal amoroso pervive, incluso después de haber sido derrotado en las playas de Barcelona por el Caballero de la Blanca Luna, que es en realidad su amigo Sansón Carrasco que quiere hacerle volver a casa:

“Don Quijote, molido y aturdido, sin alzarse la visera, como si hablara dentro de una tumba, con voz debilitada y enferma, dijo:

-Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del mundo, y yo el más desdichado caballero de la tierra, y no es bien que mi flaqueza defraude esta verdad. Aprieta, caballero, la lanza y quítame la vida, pues me has quitado la honra”.

De los personajes, Pepa llamó la atención sobre Rocinante y el rucio: el primero es un caballo flaco que, a veces, causa la derrota de su amo, pero al que éste considera como “la flor y espejo de los caballos”; y el segundo es para Sancho como un hijo, que le ayuda en los momentos difíciles. Ambos traban amistad y se rascan mutuamente, como si fueran personas.

Finalmente, tras casi dos horas de animado debate, leímos en alto –emulando al profesor universitario de Carmen- el fragmento en el que don Quijote, recuperada la cordura, pide perdón a Sancho por haberle llevado a vivir aventuras:

“-Perdóname, amigo, de la ocasión que te he dado de parecer loco como yo, haciéndote caer en el error en el que yo he caído, de que hubo y hay caballeros andantes en el mundo.

-¡Ay! –respondió Sancho, llorando- No se muera vuestra merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía. (…) Vámonos al campo vestidos de pastores, como tenemos concertado: quizá tras de alguna mata hallaremos a la señora Dulcinea desencantada, que no haya más que ver.”

Culmina, así, la “quijotización” de Sancho, que se vuelve más idealista, como todos nosotros, y la “sanchificación” de don Quijote.
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La próxima lectura supone un giro de 180 grados con respecto al Quijote: 1280 almas de Jim Thomson, considerada la tercera mejor novela policiaca de todos los tiempos. Hablaremos de ella el 11 de junio, jueves, a las 18:30, en nuestro rincón favorito de la biblioteca, recién inaugurado.

Elogios para Reencuentro

Hubo coincidencia, el pasado martes, en valorar positivamente Reencuentro, novela publicada en 1960. La propuso Carmen, que la había leído en edad juvenil por recomendación de su profesor de Literatura, don Manuel Aracil Alcantud. Esta anécdota dio pie a que otras asistentes a la reunión citaran a profesoras que las habían iniciado en la lectura o les habían consolidado este hábito: a Ramona fue Magdalena Ortiz quien la estimuló a leer y a María Jesús la propia Carmen Jurado.

Así, reconociendo el valor del profesorado en este menester, se inició la sesión del Club de Lectura; pero antes María había presentado a Fred Uhlman, nacido en Alemania en 1901 y fallecido en Londres en 1985. Perteneciente a una familia judía acomodada, trabajó como abogado hasta el ascenso de los nazis que le obliga a refugiarse en Francia. No obstante, su verdadera vocación fue la pintura, donde alcanzó gran reconocimiento.

Entre sus novelas se hallan: Reencuentro, La carta de Conrad, El retorno y Un alma valerosa. La segunda -que nos quedamos con ganas de leer algunos de los asistentes- es una carta de Konradin a Hans, en la que expresa su arrepentimiento por no haberle saludado la noche de la ópera; por haber asumido la ideología nazi; y por no haber logrado salvar a sus padres.

En el turno de opiniones, Antonio confesó que había retomado la lectura de la novela este mismo martes, después de empezarla hace varios días, y que le había gustado especialmente su final. Mª Jesús también destacó la originalidad de éste, donde se explica el significado del título.

A Lola le había encantado Reencuentro, por el estilo sencillo en que está escrita, que contrasta con el lenguaje altisonante de Las penalidades del joven Werther, y por la descripción de la adolescencia, un periodo de dudas donde la personalidad se está formando y la amistad desempeña un papel fundamental. Igualmente destacó este sentimiento, que surge entre los jóvenes protagonistas, Víctor.

Carmen situó la novela entre las que sugieren más que lo que dicen, como El túnel de Ernesto Sábato o Seda de Alessandro Baricco. Lola Cortés nos desveló que es uno de sus libros de cabecera por la naturalidad y, al mismo tiempo, la intensidad con la que se cuenta una historia tan dramática.

Antonio Gómez empleó el término “pinceladas” para elogiar la forma de narrar y describir del autor, que se relaciona con su trabajo como pintor. Pepa abundó en esta opinión leyendo un fragmento del prólogo, escrito por Arthur Koestler: “Fred Uhlman ha conseguido un éxito admirable… quizá porque los pintores saben cómo adaptar la composición a las dimensiones de la tela, en tanto que los escritores disponen infortunadamente de una reserva ilimitada de papel.”

Coincidimos en lo acertado del título, que hace referencia a la carta que le envían a Hans de la antigua escuela de Stuttgart, invitándole a contribuir económicamente en la erección de un monumento de homenaje a los caídos en la Segunda Guerra Mundial, y donde se entera de que Konradin fue ejecutado por conspirar contra Hitler. Este es el reencuentro de los dos amigos, que se habían separado defendiendo ideas distintas sobre el nazismo: Hans criticándolo y Konradin ensalzándolo.

Valoramos el punto de vista narrativo que corresponde al Hans adulto, residente en Estados Unidos, después de 30 años de haber huido de Alemania, pues nos permite conocer de primera mano sus sentimientos hacia Konradin, su idea de la amistad, sus opiniones sobre la religión y su breve experiencia con el nazismo.

Estuvimos de acuerdo en que no solo el final de la novela es el adecuado por lo sorprendente del mismo, sino también el principio, cuya lectura genera una serie de dudas e interrogantes sobre la persona que condiciona la vida del narrador-protagonista, las cuales se irán desvelando progresivamente:

“Ingresó en mi vida en febrero de 1932 y ya no ha salido de ella. Desde entonces ha transcurrido más de un cuarto de siglo, han pasado más de nueve mil días, inconexos y tediosos, vacíos por la sensación del esfuerzo o el trabajo inútil… días y años, muchos de ellos tan muertos como las hojas mustias de un árbol seco”.

A medida que avanzamos en la novela, la intriga se mantiene en torno a la evolución de la amistad entre Hans y Konradin y la llegada gradual del nazismo.

En cuanto a los temas, comentamos lo siguiente:

• El clasismo se manifiesta en diferentes momentos de la historia: la turbación y el temor que producía la presencia de Konradin en sus compañeros de la escuela; el trato exquisito que recibe este personaje, rayando en la humillación, por parte del padre de Hans; el paseo por el teatro de la ópera formando un cortejo que despierta la admiración de todos: “Allí estaban –se refiere a la familia de Konradin-, unidos, superiores, sabedores de que les miraban boquiabiertos como si ello fuera un derecho conferido por los novecientos años de historia”.

• La amistad entre los dos jóvenes comienza con la admiración de Hans a Konradin por el linaje, la belleza y los finos modales de éste. Después, la relación enriquece la vida de ambos que deja de ser hueca y tediosa. Este cambio, que les hace a los dos más seguros de sí mismos, coincide con la primavera, que se convierte en su aliada. Así, hasta que Konradin le cuenta la actitud antisemita de su madre, lo cual es el comienzo del fin de la amistad y de la infancia.

• La educación es un tema que llamó la atención de Ana, en particular el personaje de Zimmerman, que se resigna a su destino de profesor y es despreciado por los alumnos a causa de su bondad y pobreza. En este sentido, comentamos el lema que impera en la escuela, de extraordinaria vigencia, porque conecta con los principios pedagógicos actuales: “No aprendemos para la escuela sino para la vida”.

• El nazismo es el contexto donde se desarrolla la historia. Valoramos la habilidad para describir, de modo sutil, cómo se va extendiendo en una sociedad alemana humillada por las condiciones leoninas del tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra mundial; y cómo Fred Uhlman va dejando señales que anuncian el cambio que se está produciendo: el hostigamiento a los judíos en Berlín; la puerta de entrada a la mansión de Konradin con las figuras amenazantes; el retrato de Hitler en la habitación de su madre; etc.

• El suicidio del padre y la madre de Hans se produce para evitar las humillaciones de los nazis, pues, como señaló Ramona, el primero era una persona orgullosa de ser alemán, que había combatido por su patria en la Primera Guerra Mundial y entendía en su ingenuidad que el nazismo “es una enfermedad temporal, algo parecido al sarampión, que pasará apenas mejora la situación económica.”.

Analizamos los rasgos más relevantes de los personajes:

• Hans es tímido, brillante y solidario, aunque desconfía de los alemanes, por su apoyo al nazismo. Se siente insatisfecho, porque no ha conseguido lo que quería ser, un gran poeta, y también por el desarraigo de encontrarse lejos de Alemania.

• Konradin se presenta como un aristócrata de finos modales, elegante y extremadamente cortés, orgulloso de su origen, curioso, tímido. Aunque al principio apoya a Hitler, luego, conspira contra él y es ejecutado.

• El padre de Hans, además de patriota -como se ha señalado- es valiente, sociable, escéptico en materia religiosa, confiado e ingenuo. Sin embargo, no entendimos muy bien por qué se humilla ante Konradin, tratándole con excesivo respeto.

• La madre es un mujer sencilla, hermosa y con intensa vida social. No expresa su cariño hacia Hans, por la resistencia de éste a la exibición de sentimientos: “Sólo cuando estaba enfermo su compañía me resultaba aceptable y disfrutaba con gratitud de su ternura reprimida”.

• El padre de Konradin se muestra como una persona clasista, pero interesada, por eso, no siente inquietud por las relaciones de su hijo con un judío.

• La madre es declaradamente antisemita, porque desciende de una familia aristocrática polaca que odia a los judíos a los que considera inferiores. “Si se estuviera muriendo y nadie pudiera salvarla, excepto tu padre, estoy seguro de que no recurriría a él”, le confiesa Konradin a Hans.

No dio tiempo para nada más. Nos marchamos con la convicción de que Reencuentro es una novela de las que dan juego en un club, como el nuestro, donde participan personas de muy diferentes edades y hábitos de lectura.

La próxima sesión será el 21 de abril, martes, a las 18:30, como siempre, en la biblioteca. Hablaremos de una selección de capítulos de la segunda parte de Don Quijote de La Mancha, de cuya publicación celebramos este año en el instituto el cuatrocientos aniversario.

Guión para hablar de Reencuentro

Guión para la sesión del Club de Lectura
(Martes, 3 de marzo, a las 18, en la Biblioteca)

1. Presentación del autor.
2. Opinión breve sobre la novela.
3. Contexto histórico.
4. Género literario en el que se incluye.
5. Título.
6. Punto de vista narrativo.
7. Estructura:

7.1. Externa.
7.2. Interna.

8. Señales que anuncian el cambio que se produce en la historia.
9. Temas:

• Las diferencias sociales: clasismo.
• La amistad.
• La religión: diferencias entre los dos jóvenes.
• Relaciones padres-hijos.
• La adolescencia: cambios, problemas.
• La educación.
• El nazismo: causas, ideas, extensión, consecuencias.
• El suicidio.

10. Personajes:

• Hans.
• Konradin
• Padre de Hans.
• Madre de Hans.
• Padre de Konradin.
• Madre de Konradin.
• Herr Zimmermann

11. Estilo.
12. Próxima lectura.

Seguimos siendo románticos

Comentaba Ana, al finalizar la sesión de ayer, dedicada a Las penalidades del joven Werther de Goethe, que es una de las lecturas que más juego nos ha dado en el club. Probablemente esto se deba a que se trata de una novela, con la que se inicia el romanticismo europeo y que incluye todas las características de este movimiento. Las mencionó Pepa en su primera intervención:

• La naturaleza impregnada de los sentimientos del protagonista.
• La supervaloración del yo.
• El desacuerdo con el presente.
• El predominio de los sentimientos sobre la razón.
• La evasión hacia el pasado.
• Etc.

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En esta línea, Antonio Gómez nos reveló que le había interesado más investigar sobre el romanticismo que la lectura de la propia novela; y Lola confesó que la historia, a pesar de su dramatismo, no le había removido por dentro, que la había visto más como un tratado sobre el movimiento romántico.

María, antes, en la presentación del autor, había contado que su padre lo educó con la máxima de no perder el tiempo en lo más mínimo. Esto, unido a su extraordinaria inteligencia y a su curiosidad enfermiza, le permitió hacer prácticamente de todo: se licenció en Derecho; estudió lenguas; cultivó el dibujo; y se interesó igualmente por la geología, la química y la medicina. En este sentido, se le podría considerar como el prototipo de hombre renacentista. Colaboró en la redacción del manifiesto con el que se inicia el romanticismo, Tempestad e ímpetu, aunque, ya en su madurez, después de un viaje a Italia, abandonó esta estética y se acercó al neoclasicismo. Fue un hombre longevo para su época, pues nació en 1749 y murió en1832.

Su obra abarca los tres grandes géneros literarios: novela (Las penalidades del joven Werther); drama (Ifigenia en Táuride, Egmón y, sobre todo, Fausto); y poesía (Epigramas venecianos, Elegías romanas).

Finalmente, se refirió a dos experiencias, vividas por Goethe, que inspiraron Las penalidades del joven Werther: su relación imposible con Cahrlotte Buff, novia de un colega suyo, y el suicidio, a causa de un amor no correspondido, de otro abogado.

A los alumnos y alumnas presentes en la reunión, que cursan la asignatura Literatura Universal de 2º de Bachillerato, en general, les había resultado pesada la novela, sobre todo la estructura epistolar, es decir, la sucesión de cartas en las que Werther le cuenta a su amigo Wilhem, sus vivencias en la aldea de Wahlheim. Por eso, apuntó Pedro, se agradecían las notas del editor, que aportan una perspectiva distinta y le dan verosimilitud a la historia.

María Jesús comentó que el interés de la novela crece, a partir del momento en que el protagonista conoce a Lotte y se enamora de ella. A Antonio el pasaje que más le había gustado es justamente el del baile, cuando surge la chispa de este amor obsesivo:

“Empezó la danza y nos recreamos un rato con diversas figuras de brazos; ¡con qué gracia, con qué soltura se movía! (…) Jamás me había sentido tan ágil. Ya no era hombre. Tener en los brazos la más amable de las criaturas, volar con ella como torbellino que todo lo arrastra, y Wilhem, para serte franco, juré en aquel momento que la muchacha que yo amase, sobre la que yo tuviese derecho, no bailaría el vals con nadie más que conmigo, aunque me costase la vida”.

Miguel se preguntó en alto si hoy día los jóvenes habrían actuado igual que Werther, quitándose la vida, ante la imposibilidad de su amor, o habrían luchado por materializarlo. Carmen comentó que, aunque los tiempos han cambiando, los sentimientos del protagonista permanecen, como persisten también sus actitudes ante el dolor, porque la novela va más allá de una historia de amor. La madre de María Jesús dijo que había leído la novela con interés, porque se considera una persona romántica, aunque no comparta la actitud extrema a la que llega el protagonista.

Sobre el punto de vista, comentamos que se trata de una narración en primera persona, que es lo que corresponde a una historia de amor frustrado. El único inconveniente es que el narrador no conoce lo que piensan y sienten los demás personajes, particularmente la joven Lotte de la que está enamorado y su marido, Albert. Todo lo que sabemos de ambos es desde la óptica subjetiva e interesada de Werther. También se desconoce casi todo acerca del destinatario de las cartas: Wilhem. Por eso, coincidimos con Pedro en que las notas del editor, que aparecen sobre todo al final, proporcionan objetividad al relato y nos liberan, de alguna forma, del mundo interior del protagonista, omnipresente hasta ese momento y que llega a saturar.

En cuanto a la estructura externa, hablamos de que las relaciones epistolares, como las que presente la novela, han caído en desuso hoy día y han sido sustituidas por las relaciones a través de correos electrónicos y, especialmente, de las redes sociales.

Teniendo en cuenta el desarrollo de los hechos, Las penalidades del joven Werther responde al esquema clásico de introducción (el protagonista es feliz en contacto con la naturaleza y con la gente sencilla de la aldea); nudo (a partir de que conoce a Lotte, se enamora de ella y la inquietud por la imposibilidad de mantener una relación se apodera poco a poco de él); y el desenlace (la desesperación le lleva al suicidio).

En relación a los temas que plantea, citamos:

• La naturaleza en la que se refugia el protagonista, para gozar y confundirse con ella, como alternativa al ambiente hostil de la ciudad.

• La razón, representada por Albert, frente a la pasión, que encarna Werther.

• El suicidio sobre el que los dos personajes citados tienen opiniones contrapuestas:

Albert: “El hombre que se deja arrastrar por las pasiones, pierde totalmente el uso de la razón y debe ser considerado como un borracho, como un demente.

Werther: “La naturaleza humana tiene sus límites: puede soportar hasta cierto grado la alegría, las penas y sufrimientos, pero sucumbe en cuanto en cuanto sobrepasa esa barrera.”

• Y la metaliteratura: nos preguntamos por qué le apasionan al protagonista Homero y Ossian. Miguel respondió que es un reflejo de la moda de la época. Pero, además, la Odisea le ofrece modelos de conducta como: la hospitalidad que recibe Ulises, la sencillez con la vive, su amor a la naturaleza, etc. Y por otro parte, tanto él como su amada Lotte se identifican con el dolor que expresan los poemas de Ossian.

De los personajes nos interesó sobre todo Werther, que es apasionado, inconstante, caprichoso, obsesivo y fatalista. A los demás los conocemos, a través de este, para quien Lotte es hermosa, entregada a los demás cariñosa, alegre y apasionada; y Albert, honrado, amable, discreto y racional, rasgos que quizá lo convierten en el personaje más actual.

Finalmente, nos referimos al estilo grandilocuente y exaltado, en el que están escritas las cartas, muy alejado del gusto actual, pero que hay que valorar en el contexto del movimiento romántico.

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Próxima lectura: Reencuentro de Fred Uhlman. Hablaremos de esta novela el 24 de febrero, martes, a las 18 horas.

Guión de Werther

GUIÓN PARA EL DEBATE EN EL CLUB DE LECTURA

Las penalidades del joven Werther de Goethe

(Martes, 13 de enero, a las 17:30, en la biblioteca del IES Gran Capitán)

1. Presentación de la autor.
2. Localización de la novela en la época: ¿qué supuso su publicación en la tradición literaria europea?, ¿qué influencia ejerció en la sociedad alemana?
3. Génesis: ¿está inspirada en hechos reales?
4. Opinión breve sobre la novela.
5. Título: ¿a qué hace referencia?, ¿qué otro título le habrías puesto?
6. Punto de vista narrativo: ¿quién narra los hechos?, ¿nos parece acertado?, ¿existe algún destinatario?, ¿qué función desempeñan las notas que intercala el editor?
7. Estructura:

  • Externa
  • Interna: ¿se ajusta a la estructura clásica de introducción, nudo y desenlace?. ¿cómo valoramos el final?

8. Espacio: ¿ejerce algún tipo de influencia sobre los personajes o sobre lo que se cuenta?
9. Tiempo: ¿coincide el tiempo del autor con el del protagonista de la novela?
10. Temas:

  • La sociedad: ¿qué actitud ambigua tiene Werther hacia las clases sociales?, ¿a qué clase social pertenece él?, ¿cuál es su ideología?
  • El amor: ¿hay personas personas con predisposición a experimentar este sentimiento?, ¿cuáles son los efectos del enamoramiento?, ¿Por qué no se materializa el amor entre Lotte y Werther?
  • La razón frente a la pasión: ¿qué personajes las representan?
  • La naturaleza: ¿por qué es feliz Werther en contacto con naturaleza?
  • El pasado: ¿qué función desempeña?
  • La religión: ¿que representa para el protagonista? (142)
  • El suicidio: ¿qué visiones sobre el mismo tienen Werther y Albert?, ¿existe alguna alternativa al suicidio de éste?, ¿se anuncia a lo largo de la novela?
  • La metaliteratura: ¿por qué le apasionan al protagonista Homero y Ossian?
  • Los amigos: ¿qué importancia tienen en la novela?
  • Los niños: ¿por qué esta predilección por ellos?

11. Personajes: ¿cuáles son los rasgos que los caracterizan?

  • Werther
  • Lotte
  • Wilhem
  • Albert
  • Heinrich

12. Estilo: ¿cuáles son las características propias del romanticismo?

13. Frases para la reflexión:

  • No hay cosa que más me irrite que el ver a los hombres atormentarse unos a otros y, sobre todo, cuando los jóvenes (…), que deberían estar abiertos a todas las alegrías, pierden los cuatro días buenos con malas caras y solamente cuando ya es demasiado tarde se dan cuenta de la irreparable pérdida. (82)
  • Vemos a gente feliz que no lo es por obra nuestra y eso nos resulta insoportable. (85)
  • Le envié a mi criado solamente por tener a mi alrededor alguien que hoy hubiera estado cerca de ella. (90)
  • El hombre que se deja arrastrar por las pasiones -opina Albert-, pierde totalmente el uso de la razón y debe ser considerado como un borracho, como un demente.(97)
  • Es más fácil morir que soportar con entereza una vida llena de penalidades. (98)
  • La naturaleza humana -replica Werther- tiene sus límites: puede soportar hasta cierto grado la alegría, las penas y sufrimientos, pero sucumbe en cuanto en cuanto sobrepasa esa barrera. (99)
  • El hombre es solo hombre y la escasa inteligencia que pueda tener poco o nada cuenta cuando la pasión se agita y está uno confinado por los límites de lo humano. (101)
  • También estima mi inteligencia y talento, más que este corazón que es, sin embargo, mi único orgullo y solamente él es manantial de todo. (129)
  • ¿Cuál es en el fondo el destino del hombre sino el de soportar cada uno su medida y apurar su cáliz? (142)

14. Próxima lectura.

La importancia de las miradas

A propuesta de María, hablamos ayer, martes, en el Club de Lectura, de Salomé, tragedia en un acto escrita por Óscar Wilde. Ella misma se encargó de hacer la presentación de este autor, nacido en Irlanda en 1854 en el seno de una familia de intelectuales: el padre era cirujano y arqueólogo y la madre poetisa. Fue educado en casa hasta los ocho años, demostrando una gran inteligencia y facilidad para los idiomas. Estudió con interés la literatura griega y se graduó en el Magdalen College. Se le vincula al movimiento esteticista, al que pertenecieron escritores como: Walter Pater, William Morris, Dante Gabriel Rossetti y Stéphane Mallarmé. Su comportamiento excéntrico, dejándose el pelo largo y despreciando los deportes considerados masculinos, le acarreó problemas en la sociedad inglesa, especialmente puritana. Se cuentan muchas anécdotas sobre él, entre las que destaca lo que contestó en la aduana, al iniciar un viaje a Estados Unidos: “No tengo nada que declarar, excepto mi genio”. Se vio envuelto en un escándalo, cuando denunció al padre de su amante, Alfred Douglas, que lo había acusado de homosexual. Hubo un juicio que perdió, siendo condenado a dos años de trabajos forzados. Desengañado con la sociedad inglesa y arruinado tanto física como espiritualmente, después de salir de prisión, se fue a vivir a París, donde murió a la edad de 46 años.

Cultivó todos los géneros literarios: el cuento (El fantasma de Canterville y El gigante egoísta, de los que hemos hablado en el Club de Lectura); la novela (El retrato de Dorian Gray), el teatro (La importancia de llamarse Ernesto y Salomé), la poesía (Balada de la cárcel de Reading) y el ensayo (La decadencia de la mentira).

El éxito de Óscar Wilde se basa en el estilo ingenioso e irónico que exhibe en sus obras, así como en la crítica a la hipocresía de sus contemporáneos.

En el turno de opiniones sobre Salomé, hubo juicios tibios, como el de Mª Carmen, a quien le había gustado, aunque no es una obra que recomendaría a sus amigos; o como el de José David, que consideró el final excesivamente macabro, en especial, cuando la protagonista arrebata al verdugo la cabeza sanguinolenta de Jokanaan, recién cortada, y le dice:

“¡Ah! ¡No querías dejarme que besara tu boca, Jokanaan! ¡Bueno; ahora te la besaré! La mordisquearé con mis dientes cual si fuese un fruto maduro. Sí, ahora te besaré en la boca, Jokanaan. Ya te lo dije. ¿No te lo había dicho? ¡Sí, te lo había dicho! ¡Ah! ¡Ah! Ahora te besaré en la boca…”

También Lourdes se sumó a esta línea de opiniones poco entusiastas, considerando, por encima de Salomé, a las comedias de Óscar Wilde, como La importancia de llamarse Ernesto, donde aborda críticamente las costumbres de la sociedad inglesa de finales del XIX.

No obstante, a pesar del dramatismo de la historia, Víctor llamó la atención sobre la comicidad de algunas escenas. Por ejemplo, las discusiones entre los fariseos, afirmando la existencia de los ángeles, y los saduceos, negándola, le habían recordado a la película La vida de Brian y los enfrentamientos dialécticos entre el Frente Popular de Judea y sus rivales políticos.

Ana comentó que había disfrutado mucho con el lenguaje en que está escrita y que se había sentido especialmente atraída por la personalidad y la independencia, como mujer, de Salomé.

Para Miguel el tema principal de la obra es el mito de la mujer fatal, que utiliza sus encantos para seducir y destruir a los hombres, y entre las que se encuentran: Lilith, primera mujer creada por Dios, según las tradiciones judías, que se rebeló contra éste, al negarse a colocarse debajo de Adán, durante el coito; Dalila, que sedujo con su belleza a Sansón, y consiguió que le contara el secreto de su gran fuerza; y por supuesto la Salomé de la Biblia, en la que se inspira Óscar Wilde, que baila la danza de los siete velos, para convencer a Herodes de que mate a Juan el Bautista.

Varios de los asistentes, entre los que nos encontrábamos Pepa, Carmen y yo mismo, comentamos la importancia de las miradas:

Las relaciones se establecen visualmente:

• Herodes observa libidinosamente a Salomé, porque la desea.
• Narraboth tampoco cesa de mirarla, porque está enamorado de ella.
• Salomé a su vez pide ver a Jokanaan, después de escuchar su voz, y lo consigue prometiéndole a Narraboth que lo mirará al día siguiente. Una vez que ve al profeta se siente atraída por él.
• Narraboth se suicida cuando Salomé deja de mirarle y, por tanto, deja de existir para ella.
• Jokanaan se niega a mirar a Salomé, rechazando así lo que ella representa: el deseo y el erotismo.
• Herodes no quiere ver a Jokanaan, porque le teme.

También la mirada nos lleva a la resolución de la tragedia, cuando los soldados no se limitan a matar a Salomé sino que la sepultan con sus escudos, para quitarla de la mirada de Herodes. Al no verla, es como si no existiera.

Además, las miradas son símbolos de mal augurio, como le dice un soldado a Narraboth: ”No deberías mirarla. La miras demasiado. Puede ocurrir algo funesto”.

Se podría decir que el que mira a alguien parece que tiene poder sobre él. Por eso, Jokanaan trata de evitar la mirada de Salomé y esta por su parte desea verle. En este sentido, Mª Jesús recordó el mito de la Gorgona Medusa, que tenía el poder de convertir en piedra a todo aquel que se atreviera a mirarla. Al igual que este personaje mitológico, Salomé repele y atrae al mismo tiempo, es decir, ambas son mujeres fatales que comparten el destino de la muerte.

Todos coincidimos en que Salomé se encuentra entre las obras que sugieren más que lo que dicen, especialmente por la presencia de símbolos:

La luna, por ejemplo, tiene diferentes significados, según los personajes que la vean. Parece que éstos ven reflejado en ella sus propios sentimientos y deseos:

• El Paje la ve como una muerta que se levanta de su sepulcro y no se da cuenta de que está anunciando la muerte de su amado Narraboth.
• Para este último es una pequeña princesa con un velo amarillo, pues está enamorado de ella.
• Salomé la contempla como una virgen que se conserva pura, como ella misma que aún no se han entregado a ningún hombre.
• Herodes como una mujer desnuda y presumida que desafía a sus rivales, que va en busca de amantes, como él mismo cuando desea libidinosamente a Salomé.
• Para Herodías es únicamente la luna, con lo cual demuestra que es el personaje más pragmático de la obra.

El anillo del tetrarca representa la muerte.

El viento caliente que nota Herodes y que no puede soportar, anuncia las muertes de, primero, de Jokanaan y, después, de Salomé.

Hablamos también de la ambivalencia de los personajes: Salomé, una mezcla de capacidad de seducción y destrucción; Herodes, cruel en el desempeño de sus funciones como tetrarca, pero al mismo tiempo temeroso; Herodías, apasionada como su hija, aunque también pragmática; etc.

Finalmente, vimos algunas escenas de la película de cine mudo Salomé, dirigida en 1923 por Charles Bryant y basada en la novela homónima de Óscar Wilde. Nos gustó especialmente el baile de los siete velos interpretado por la bailarina Aya Nazimoba, así como los personajes de Herodes y Herodías, que aparecían bastante caricaturizados.

Próxima lectura, sugerida por Carmen: Werther de Goethe. Seguimos, pues, en el romanticismo. Hablaremos de ella el martes, 13 de enero, a las 17:30.

Desde el Club de Lectura, felices fiestas a toda la comunidad educativa.

 

Sesión sobre Salomé

(Sesión del club de lectura del día 2 de diciembre, martes, a las 17:30)

Guión para el debate

1. Presentación del autor.
2. Breve opinión sobre la obra.
3. ¿En qué historia bíblica se basa Óscar Wilde?, ¿qué cambios ha introducido?
4. Género literario: ¿a qué género literario pertenece?
5. Estructura:

5.1. Externa: ¿cómo se divide formalmente la obra?
5.2. Interna: ¿responde al esquema clásico de planteamiento nudo y desenlace?, ¿cómo interpretas el final?

6. Espacio y tiempo: ¿en qué época histórica se desarrolla la acción? , ¿coincide con la de la historia bíblica o está contextualizada, de alguna manera, en la Inglaterra de Óscar Wilde?
7. Temas:

7.1. La religión: enfrentamientos religiosos, diferencias entre el Dios de la Antiguo testamento y el del Nuevo Testamento, etc.
7.2. El amor: ¿quién experimente este sentimiento?
7.3. El deseo erótico: ¿qué personajes lo sienten y qué consecuencias tiene?
7.4. La venganza: ¿quién experimenta este deseo?
7.5. Las miradas: ¿qué función desempeñan en la obra?, ¿nos recuerdan a algún mito de la antigüedad grecolatina?
7.6. Machismo frente a feminismo: ¿qué personajes los representan?
7.7. La esterilidad: ¿se admite igual la de la mujer que la del hombre?
7.8. El incesto: ¿cómo se manifiesta?
7.9. Las supersticiones: ¿quiénes son supersticiosos?

8. Conflictos: ¿qué conflictos se plantean en la obra?

8.1. El cristianismo de Jokanaan frente al ateísmo o paganismo de Salomé y Herodías.
8.2. La castidad del primero frente a la liberación sexual de estas dos mujeres.
8.3. El machismo de Herodes frente a la independencia como mujer de Salomé.

9. El simbolismo:

9.1. La luna: ¿qué simboliza?, ¿cómo la ven los diferentes personajes?
9.2. El anillo de Herodes.
9.3. El viento caliente que nota este personaje.

10. Personajes:

• Salomé
• Jokanaan
• Narraboth
• Herodes
• Herodías

11. Estilo.
12. Próxima lectura.

Los derechos del lector

La novela sobre la que hablamos ayer en el club de lectura, El valle de los lobos, encaja dentro de lo que se denomina literatura juvenil, que está destinada, como la propia expresión indica, a lectores jóvenes. Estos, en último extremo, condicionan sus características:

• La historia está llena de elementos fantásticos: invisibilidad de Kei, presencia de un elfo licántropo, etc.
• El lenguaje es sencillo.
• Predomina la narración y el diálogo; apenas hay fragmentos descriptivos.
• Los protagonistas son jóvenes.
• La autora sabe generar la intriga en torno a lo que sucede en la Torre y el Valle de los lobos.
• La novela tiene un prólogo para facilitar la lectura, en el que se anticipa un resumen de la historia, aunque sin desvelar los secretos más importantes.
• Se estructura en capítulos cuyos títulos anuncian el tema que se va a tratar, lo cual facilita también la comprensión de los jóvenes lectores.
• Etc.

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Precisamente, quien propuso su lectura fue una alumna, Sara, que reconoció haberse iniciado en el hábito de leer y escribir con esta novela de Laura Gallego. Lo que más le había atraído de ella es la sincera relación de amistad entre Dana y Kai, y cómo éste último, antes de regresar al mundo de los muertos, le dice: “Vive. No trates de acortar tu existencia para reencontrarte conmigo antes de tiempo. Vive muchos años, vive intensamente, vívelo todo. Vive por mí la vida que no pude vivir yo”.

En la presentación de la autora, María destacó: su nacimiento en Valencia en 1977; el inicio en la escritura a los once años, junto con su amiga Mirian; los estudios de Filología Hispánica en la Universidad de Valencia; el doctorado en literatura medieval y libros de caballerías; los premios conseguidos: el Barco de Vapor en dos ocasiones; el Cervantes Chico; y el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil; los libros de lectura favoritos, entre los que se encuentra La historia interminable de Michael Ende: los libros publicados, como El valle de los lobos, que pertenece a la serie Crónicas de la Torre; las traducciones a diferentes lenguas; etc.

A José Manuel y María Jesús, los otros dos alumnos presentes en la sesión, también les había gustado la novela, especialmente por sus elementos fantásticos y por el estilo sencillo en el que está escrita. En cambio, Miguel fue crítico con este aspecto, pues no había encontrado ni un solo pasaje que le mereciera una relectura; y comentó el abuso de los adverbios en mente en el primer capítulo. Antonio llamó la atención sobre los personajes que, a su juicio, están bien construidos. Pepa abundó en esta opinión destacando a los femeninos, en particular a Dana y Maritta. Esta última igualmente fue elogiada por Ana, a quien le parece el mejor personaje de la novela.

Hubo coincidencia en que El valle de los lobos tiene un inicio inquietante: la noche en la que nace la protagonista es especialmente oscura, pues carece de luna, y sopla fuerte el viento. Además, una de las viejas que atiende al parto observa algo extraño en la mirada de la recién nacida, lo cual se confirma después, a medida que pasan los años, cuando un niño invisible para todos los demás, excepto para ella, se convierte en su mejor amigo.

Sin embargo, el interés decrece progresivamente, a partir del momento en que Dana se traslada a la Torre para iniciarse en el arte de la magia, ya que se suceden una serie de acontecimientos inverosímiles.

La resolución del conflicto es también poco convincente, cuando el Maestro, que ha utilizado los poderes sobrenaturales para acabar con sus dos discípulos, es apuñalado por Maritta. Nos pareció una forma de morir demasiado trivial para una novela fantástica.

Sobre los personajes, comentamos que se agrupan en dos bloques: el de los buenos al que pertenecen: Dana, Kei, Fenris, Maritta y Aonia; y el de los malos, en el que únicamente está incluido el Maestro. Ambos bloques son compartimentos estancos, porque los personajes responden a un arquetipo predeterminado. Por poner un ejemplo: las acciones de la protagonista siempre persiguen el bien; en cambio, las del Maestro –aunque sólo lo descubrimos en la segunda parte de la novela- están guiadas por su ambición desmedida. Este maniqueísmo se puede considerar como un defecto, porque Laura Gallego ha hecho un ejercicio de simplificación, con el fin de que su novela resulte atractiva para lectores poco exigentes.

En resumen, El valle de los lobos se valoró positivamente, como libro de iniciación a la lectura, aunque difícilmente un lector adulto lo elegiría de manera voluntaria. Nuestra experiencia docente demuestra que, desde que se introdujo en los centros de enseñanza este género de novela juvenil, ha aumentado el hábito de lectura entre el alumnado. En este sentido, recordamos el gusto por los libros de caballería en la Edad Media y el Renacimiento, que abrió paso al éxito de una de las novelas más importantes que se han escrito: Don Quijote de La Mancha. Las mismas personas que habían escuchado con embeleso, en las ventas, las aventuras de Amadís de Gaula, siguieron después con regocijo las del hidalgo castellano.

También les puede suceder esto a nuestros alumnos y alumnas: comenzar con obras como El valle de los lobos y, después, dar el salto a la literatura con mayúsculas. Es en el fondo respetar uno de los derechos imprescriptibles que menciona Daniel Pennac en su libro Como una novela: el derecho a leer cualquier cosa.

Próxima lectura, a iniciativa de María: Salomé de Óscar Wilde, de la que hablaremos el 2 de diciembre, martes, a las 17:30, como siempre, en la Biblioteca.